Internacional

El desinterés del mercado deja a Grecia sin opciones para emitir deuda en dólares

La emisión en dólares que el Tesoro heleno tenía proyectada para finales de este mes podría no realizarse, según fuentes del Gobierno griego. La apatía del mercado hacia la deuda soberana del país crece, y algunos inversores institucionales descartan estar interesados en ella por el momento.

El objetivo era ambicioso: recaudar entre 5.000 millones y 10.000 millones de dólares provenientes de Asia y EEUU entre finales de abril y principios de mayo. La intención: asumir los compromisos financieros que tiene pendientes. No obstante, según fuentes del Gobierno griego citadas por el portal Dow Jones, o bien la emisión no superará, en el mejor de los casos, los 4.000 millones de dólares de recaudación, o probablemente ni siquiera se lleve a cabo ante la falta de interés por parte de estos mercados. Un portavoz del Banco de Grecia, consultado por EL BOLETÍN, no ha confirmado ni desmentido estas informaciones.

Sin embargo, los inversores institucionales parecen avalar el pesimismo reinante en Atenas. Así, el Pacific Investment Management Co (Pimco), que posee el mayor fondo de bonos del mundo, ha confirmado a este periódico no estar interesado en adquirir deuda griega por el momento, aunque la portavoz de Pimco no ha querido entrar en detalles relacionados con esta decisión. Este periódico ya adelantó, además, que según algunas fuentes consultadas, los inversores asiáticos en general se mostraban escépticos, a pesar de los intentos del Gobierno liderado por el socialista Yorgos Papandreou de generar un interés ante la deuda griega.

A la incertidumbre reinante en torno a esta -a día de hoy dudosa- emisión en dólares se une el hecho de que el bono griego con vencimiento a diez años ha vuelto a superar los 400 puntos básicos de diferencial con el `bund´ alemán. Durante la jornada de ayer, el bono heleno fue aumentando su diferencial conforme pasaban las horas, hasta cerrar a 395 puntos básicos de diferencial. Hoy, sin embargo, a media sesión ya se situaba a 420 puntos básicos, cerca de los 430 puntos básicos que registró hace una semana exacta, y que, según algunos expertos, fue la cifra determinante para hacer públicos los detalles del plan de rescate -30.000 millones de euros- que los socios de la eurozona podrían prestar a Grecia.

La ayuda. Estos detalles relacionados con el plan de ayuda, además de la intervención de Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), generaron un clima de relativa tranquilidad en los mercados financieros a principios de esta semana. Sin embargo, los inversores no otorgaron más de tres días de tregua antes de volver a mostrar una actitud hostil hacia los papeles griegos. Esos tres días fueron aprovechados por el Tesoro del país, que el pasado martes colocó 1.560 millones de euros en deuda a corto plazo (seis y 12 meses). Según los analistas, la emisión fue a corto plazo por la sencilla razón de que a largo plazo muy pocos se hubiesen arriesgado. “No sabemos dónde estará Grecia en diez años”, afirmó a este medio Marc Von Rohr, fundador del fondo de riesgo New Trend Capital Management.

Así, todo parece indicar que los inversores exigen medidas reales, además de los anuncios que se llevan sucediendo, para poder demostrar su confianza en Grecia. Al cierre de esta edición el FMI anunció que el el país ya ha solicitado un programa de crédito que comenzará a negociarse el lunes.

Las deudas soberanas de los demás países de la UE han aumentado también su diferencial con el `bund´ alemán. No obstante, este aumento ha sido discreto en comparación al que ha sufrido Grecia. El más destacado lo ha protagonizado el bono luso, que se ha situado a un 4,476% de rentabilidad, aumentando su diferencial hasta alcanzar los 134 puntos básicos, desde los 126 registrados ayer. Por su parte, la rentabilidad del bono a 10 años español se mantuvo en torno al 3,89%, sin apenas variaciones. La deuda estadounidense hoy aparece menos arriesgada que la española, con una rentabilidad del 3,84%. Y el rendimiento del bono británico parece haberse consolidado por encima del 4%. El jueves pasado el bono heleno a 10 años alcanzó su máximo récord desde que el país entró en el euro, con 7,6% de rentabilidad.

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