La Financial Services Authority (FSA), el regulador británico, ha decidido abrir una “investigación formal” por un supuesto fraude que habría derivado en unas pérdidas de 841 millones de dólares por parte del Royal Bank of Scotland (RBS), participado por el Gobierno del Reino Unido en un 84%.
La FSA investigará, en concreto, el mismo producto financiero -elaborado por el ‘hedge fund’ Paulson & Co- que generó alrededor de 1.000 millones de dólares en beneficios a la entidad desde 2007, mientras ocasionaba pérdidas en una serie de bancos que picaron el anzuelo, puesto que Goldman habría apostado en contra de las inversiones hipotecarias que recomendaba.
De este modo, la FSA se une el regulador bursátil estadounidense, la SEC, que el viernes pasado anunció que investigaría a la entidad y en particular a uno de sus directivos, Fabrice Tourre, por atacar la misma estrategia.
En cualquier caso, la entidad presentó hoy resultados trimestrales que duplicaron los de 2009 con unas ganancias de 3.460 millones de dólares (2.560 millones de euros). Según The New York Times, las operaciones relacionadas con bonos y divisas han supuesto uno de los principales ingresos de Goldman Sachs.
