Las acusaciones de fraude a las que se enfrenta Goldman Sachs podrían tener una grave consecuencia para la compañía. la pérdida de sus negocios con los gobiernos europeos. Los partidos políticos de Alemania y Reino Unido han comenzado a presionar a sus respectivos gobiernos para que cesen sus relaciones comerciales con el banco de inversión.
El liberal demócrata británico, Nick Clegg, muy favorecido en los últimos sondeos, dijo ayer que tendrían que suspenderse los contratos de Goldman Sachs como asesor del Gobierno, opinión que comparten los conservadores. “Debemos poner punto y final a la relación comercial con el banco hasta que se resuelvan las denuncias”, afirmó Frank Schaffler del Partido Democrático Liberal de Alemania, que forma parte de la coalición gobernante de Angela Merkel, el diario germano Handelsblatt.
El banco estadounidense es uno de los principales asesores y colocadores de la deuda soberana de los países europeos y, además, ha desempeñado un papel relevante en las privatizaciones de Alemania y Reino Unido.
Mientras, en EEUU tanto Goldman Sachs como el resto de grandes bancos del país ha comenzado a bombear más dinero a los legisladores, coincidiendo con el impulso de la reforma financiera. Según Bloomberg, esta misma semana tendrá lugar una votación en el Senado. Según los datos de la Comisión Federal de Elecciones, Goldman Sachs contribuyó con 290.500 dólares en marzo, casi nueve veces más que en enero y febrero. Bank of America donó 55.000 dólares a los candidatos federales el mes pasado, frente a los 2.000 dólares de enero.
