Internacional

Bruselas ‘tranquiliza’ a los ‘hedge funds’ ante la nueva regulación

La industria de los fondos de riesgo afincada en Europa cada vez hace más ruido. Según los ‘hedge funds’, la regulación debería centrarse en los grandes bancos, que son los que han entrado en quiebra y exigido ayudas. Bruselas parece apoyar el argumento, y por este motivo trata de tranquilizar los ánimos.

Según ha confirmado una portavoz de la Comisión Europea (CE) a EL BOLETÍN, el comisario para Mercados Internos del organismo comunitario y principal responsable de la nueva regulación, Michel Barnier, aprovechó una visita realizada al Reino Unido el pasado 31 de marzo para reunirse con algunos representantes de ‘hedge funds’ afincados en la City londinense, uno de los cuales habló con este periódico.

Según las fuentes consultadas, los representantes de la industria de los fondos de alto riesgo abandonaron el encuentro con Barnier llevándose bajo el brazo la “confirmación” de que la nueva regulación “está hecha para engrandecer a la clase política”. Además, durante la reunión, el comisario de la CE recogió las opiniones de los ‘hedge funds’ allí representados, que destacaron el rol de las grandes entidades como un factor determinante en la crisis financiera, que se agravó en el año 2008.

“Existe mucha regulación para muy poca sustancia, y todo el mundo sabe que fueron los bancos los que estallaron, y no los fondos de riesgo”, comentó un experto durante una conversación mantenida con este diario.

Estas quejas fueron suscritas hace unos días por la consultora Laven Partners, que asesora jurídicamente a fondos de riesgo. Según esta firma, la regulación “parece más un castigo que una iniciativa con ganas de mejorar el sistema financiero”. “Los políticos deberían dejar de acusar a las inversiones alternativas, pues ya es sabido que éstas no causaron la crisis. En su lugar, deberían comenzar a plantearse cómo, llegados a este punto, el sistema financiero podría ser mejorado”, puntualizaba un documento de la consultora al que tuvo acceso este periódico.

Barnier visitó el Reino Unido el pasado mes de marzo al ser invitado a una conferencia en la Bolsa de Londres para explicar el sentido de la nueva regulación financiera. Durante el acto, el comisario afirmó que la normativa “mejoraría la competitividad”. Además, conocedor de la oposición que el primer ministro británico, Gordon Brown, ejerce contra Bruselas en este aspecto, el comisario aseguró que “regulación y competitividad no son antónimos, y con una mejor regulación, Londres ganará atractivo financiero”. La resistencia del Reino Unido para aprobar la normativa es lógica: Londres cuenta con una gran cantidad de fondos de alto riesgo, y éstos tienen un gran peso en las finanzas del país.

Será el próximo 27 de abril cuando la CE vote las últimas propuestas sobre la normativa financiera que se pretende aprobar. No obstante, la votación tendría que haber tenido lugar el pasado día 12 de abril, pero la falta de consenso de los políticos en torno a la regulación la retrasó hasta el día 27, según la gestora de fondos de riesgo Laven Partners.

El impuesto financiero impulsado por el FMI amenaza a la banca de inversión. La posibilidad, puesta ayer sobre la mesa por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), de crear nuevos impuestos para el sector financiero con el objetivo de que se financien los futuros rescates perjudicarán sobre todo a la banca de inversión, aunque por el momento es sólo un borrador y no se conocen los detalles al respecto.

Según un informe de Sanford & Bernstein citado por Dow Jones, entidades con potentes unidades de banca de inversión, como Barclays, Deutche Bank o UBS serán los más perjudicados, sobre todo desde el punto de vista del impuesto sobre los beneficios extraordinarios y los sueldos de los directivos.

Por el contrario, entidades con significativas operaciones globales y muy diversificados, grupo en el que entrarían Banco Santander o el británico HSBC, tendrán un menor impacto, teniendo en cuanta además que muchos de los países en los que actúan podrían decidir no implementar esta tasa si finalmente sale adelante. Ayer, el FMI propuso que los bancos paguen dos nuevos impuestos para financiar futuros planes de rescate al sistema financiero.

El primero de ellos sería una cuota fija que aumentaría en proporción al riesgo de las actividades de la entidad. El otro impuesto creado sería sobre los beneficios extraordinarios y los salarios excesivos de los banqueros.

En la última cumbre del G-20, los gobiernos acordaron que de ser necesarios nuevos rescates del sector bancario en el futuro tendrán que ser financiados por un fondo creado por las propias instituciones financieras. Esta fórmula es similar a la empleada en España por el Fondo de Garantía de Depósito (FGD).

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