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El inesperado colapso del Dow Jones pone a todo Wall Street bajo sospecha

El supervisor bursátil de EEUU, la SEC, según sus siglas en inglés, se ha visto obligado a anunciar una investigación sobre los fallos informáticos que colapsaron Wall Street el pasado jueves 6 de mayo y provocaron una caída del Dow Jones del 9% durante diez minutos. El problema es que muchos expertos dudan de que el accidente fuera casual y lo relacionan con una práctica legal, pero dudosa, conocida como ‘negociación de alta frecuencia’.

Se trata de una de las últimas trapacerías de la banca de inversión estadounidense denunciadas por los expertos y también está amparada por un absoluto vacío legal. El uso de algoritmos para lanzar a través de potentes computadoras órdenes rápidas de compra y venta que se procesan en nanosegundo, pueden cruzarse y hasta, según algunas denuncias, permitir ganancias con operaciones en descubierto sucesivas en las que se adquiere a bajo precio una acción y se vende inmediatamente con ganancias sin haber arriesgado dinero en ningún caso.

La posibilidad de que una lucha suicida entre varios operadores desencadenase los sucesos de ayer ha sido enunciada también por Ted Kaufman, un senador Demócrata que hoy mismo ha planteado una enmienda en la propuesta de ley de reforma financiera que se debate en el senado para que la SEC regule las ‘negociaciones de alta frecuencia’ y obligue a quienes la practican a revelar su identidad y las coordenadas de los equipos informáticos desde los que trabajan para que los supervisores dispongan en todo momento de un registro diario de sus operaciones.

El colapso de ayer, ha servido para añadir más tensión a las diferencias que ya existen desde hace tiempo entre el mundo financiero estadounidense y el resto del mundo. Para muchos ciudadanos resulta incomprensible hoy por hoy, la impunidad con la que se actúa en Wall Street y la incapacidad de los políticos para atajar estas prácticas.

En algunas crónicas se ha repetido también la idea, ver gráfico, de que las imágenes en directo de las protestas griegas que emitían en el momento del suceso las pantallas de Wall Street, supusieron en esos momentos de pánico un inesperado baño de realidad para el sector financiero estadounidense, ante la frivolidad que suponía su evaluación de la crisis griega, sólo por las cifras frías de un plan de rescate y sin tener en cuenta los dramas personales que se desencadenan como consecuencia de este colapso.

Hoy en algunos blogs, se relacionaban estas imágenes que ya han dado la vuelta al mudo, con la repentina decisión de Goldman Sachs de negociar con carácter urgente un acuerdo extrajudicial con la SEC que deje resuelto a la mayor brevedad el contencioso con el supervisor bursátil que le investiga por supuestas prácticas de fraude relacionadas con la ocultación de informaciones a sus clientes. Uno de ellos era, precisamente, el estado Griego a quién el polémico banco estadounidense ayudó a ‘esconder la verdadera magnitud’ de su endeudamiento para asegurarse su entrada en la moneda única.

Incluso, esta mañana, algunos operadores financieros españoles encontraban ciertos vínculos entre esta sucesión de acontecimientos relacionados con las prácticas de la banca de inversión estadounidense en general, con las referencias favorables a los planes de consolidación fiscal presentados por el Gobierno español que podían leerse hoy en el informe semanal de Goldman sobre las economías europeas.

Quizá así, el banco de EEUU eluda el posible protagonismo negativo que podría tener pronto en el Parlamento español. El presidente José Luis Rodríguez Zapatero comparecerá en el Congreso el próximo miércoles, a petición propia, para explicar en el Congreso la posición que mantiene el Ejecutivo ante los ataques de la especulación internacional que castigaron la deuda española el pasado martes.

Para hacerlo, el político socialista aplazará por ahora, la intervención que iba a realizar ese día con la intención de dar detalles sobre la participación del Ejército en la campaña de Afganistán.

Según fuentes parlamentarias consultadas por EL BOLETIN, la decisión del presidente se ha producido para anticiparse a un movimiento que se veía venir, porque los grupos parlamentarios de la oposición tenían pensado solicitarla.
Esta misma mañana, unas horas antes de que los socialistas anunciaran que el presidente había pensado comparecer, el diputado de IU Gaspar Llamazares ya había hecho declaraciones a la prensa en ese sentido.

El parlamentario de la coalición de izquierdas adelantó que su grupo iba a preguntar a Zapatero sobre la posición del Gobierno ante los especuladores y sus responsabilidades en la incertidumbre financiera actual y en el aumento de los costes del servicio de la deuda de muchos países.

Mientras tanto, al cierre de esta edición, todo estaba preparado para la celebración de la segunda reunión de urgencia de Jefes de Estado de la historia del Eurogrupo, que dirigirá el español, José Luis Rodríguez Zapatero, por azares de los turnos presidenciales de la UE.

Una vez más, el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schaeuble, insistía esta mañana ante los medios locales en la necesidad de que la Zona Euro instaure un procedimiento a seguir en el caso de que se produzca la bancarrota de uno de los países que forman parte de la moneda única.

También aseguraba que Alemania quiere reglas y sanciones más estrictas para la pertenencia a la moneda única y descartaba, sin embargo, que, en este momento existan alternativas a la aprobación del rescate financiero para Grecia. El país teutón fijaba así la agenda de las negociaciones para los próximos meses en el seno de la Unión Europea.

Los analistas políticos estaban hoy muy pendientes del evento aunque había serias dudas sobre la posibilidad de que, fuera del espaldarazo oficial al plan de rescate a Grecia (ver gráfico superior), se obtuviera algún otro resultado capaz de enviar a los ciudadanos una señal tranquilizadora en estos momentos de incertidumbre.

Quizá por eso, las bolsa europeas, no mostraban una tendencia clara al alza, a pesar de la aprobación del plan de rescate griego por el parlamento alemán y de la nota de Moody´s sobre la salud del sector financiero italiano. De hecho, los principales índices se dieron la vuelta a media sesión y empezaron a contabilizar pérdidas cercanas al 1% tras haber subido en la apertura.

La aparición del dato del empleo estadounidense en abril (+290.000 empleos, mucho mejor de lo previsto), tampoco animó la sesión quizá por la moderación con la que abría hoy Wall Street (+0,22%), a pesar de la excelente cifra. Luego, una vez más, las cotizaciones se precipitaron a la baja en otra frenética sesión, aparentemente marcada de nuevo por las incertidumbres sobre la deuda soberana.

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