La movilización contra los recortes sociales del Gobierno de Sarkozy se recrucede en Francia. Cada vez son más los sectores que se suman a los paros en el país, donde las estaciones de servicio han comenzado a quedarse sin combustible. El Ejecutivo galo se ha visto obligado a constituir una célula de crisis y a recurrir a sus reservas de petróleo para situaciones de emergencia, para garantizar el abastecimiento.
El centro de crisis constituido hoy por el Gobierno para garantizar el suministro está formado por representantes de los ministerios de Economía, Energía, Medio Ambiente e Interior. Más 1.000 gasolineras de las 13.000 con que cuenta Francia están bloqueadas y sin combustible, según informa la agencia France Presse, como consecuencia de los paros en las refinerías. La situación se ha agravado después de que los camioneros se sumaran por sorpresa a las protestas contra la reforma de las pensiones, que prevé aumentar la edad de jubilación de los 60 a los 62 años. Los transportistas han bloqueado depósitos de combustible y han cerrado zonas industriales, después de que esta madrugada se manifestaran por varias carreteras de todo el país donde circularon a 30 kilómetros por hora, paralizando la circulación.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Francia tiene reservas de crudo suficientes para cubrir el consumo de 98 días.
Las movilizaciones se han intensificado hoy, tras tres semanas de paros, como adelanto a la gran manifestación convocada para mañana, un día antes de que el Senado galo vote definitivamente la aprobación de la reforma de las pensiones.
La escasez de combustible y los paros han provocado problemas en el tráfico aéreo. Según datos facilitados por AENA, se han tenido que cancelar 10 rutas entre España y Francia. Además, se ha anulado el 30% de los vuelos previstos para mañana en los aeropuertos franceses. La Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol) ha recomendado a las aerolíneas que carguen sus depósitos con más combustible en sus vuelos con destino Francia. En cuanto al transporte ferroviario, el paro ha obligado a suspender o modificar los trenes que unen Barcelona con Francia, Italia y Suiza.
El primer ministro francés, François Fillon, advirtió ayer en una televisión francesa, que no habrá marcha atrás en la reforma de las pensiones, que se votará con seguridad el miércoles. También advirtió a los manifestantes, apoyados por la oposición, los sindicatos y los estudiantes, que “el derecho a huelga no es el derecho a impedir el acceso a un depósito de combustible”.
