Internacional

Bruselas cifra en un billón de euros la factura de la independencia energética

La Comisión Europea (CE) estima que en los próximos diez años será necesario invertir un billón de euros en redes energéticas para poder asegurar el suministro, diversificar los recursos y reducir la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles, como ya había asegurado EL BOLETÍN. Ahora, el 84% del gas natural que consumen los países de la Unión Europea viene del exterior, igual que el 90% del petróleo. Además, el 42% de las necesidades de la UE son cubiertas por Rusia, y de este origen dependen en un 100% los suministros de ocho miembros del grupo.

El comisario europeo de Energía, Guenther Oettinger, presentó hoy una estrategia para lograr en 2020, “una energía competitiva, sostenible y segura”. Oettinger dijo que los intereses limitados de los capitales nacionales habían prevalecido durante demasiado tiempo y pidió a los líderes europeos que respalden su plan de unidad en la primera cumbre de energía que tendrá lugar el 4 de febrero.

Desde las primeras líneas de su comunicación, Bruselas se lamenta de la fragmentación en el mercado, que sigue sin acabarse, lo que le resta potencia, transparencia, acceso y posibilidad de elección. La reglamentación nacional y las prácticas en vigor constituyen una barrera para la apertura del mercado único y la libre competencia.

“Para tener una economía eficiente, competitiva y baja en carbón tenemos que europeizar nuestra política energética y centrarnos en unas pocas, pero acuciantes, prioridades”, declaró Oettinger en un comunicado.

Una prioridad es vincular las redes de gas y electricidad en los veintisiete países de la UE, de forma que ningún Estado carezca de energía como sucedió cuando las importaciones de gas ruso vía Ucrania fueron interrumpidas durante tres semanas de enero en 2009. La idea de una infraestructura europea unida no es nueva, ni lo es la de liberalizar los mercados de gas y la electricidad, pero hasta el momento ninguna propuesta de este tipo ha conseguido materializarse.

“Para 2015, ningún Estado miembro debería estar aislado”, reza la Comisión en dicho comunicado.

Su propuesta se conoce además un día después de que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) augurara que los suministros mundiales de petróleo alcanzarían su punto álgido alrededor de 2035, cuando los precios del crudo excederán los 200 dólares el barril, dando inicio a una pelea por fuentes alternativas de energía.

Según el plan del Ejecutivo Comunitario, la nueva estrategia energética debe centrarse en cinco prioridades: mejora de la eficiencia para lograr un 20% de ahorro energético en 2020; construcción de un mercado energético integrado; mejora de la seguridad y protección, por ejemplo en todo lo relativo a la prospección; aumento del liderazgo en tecnologías e innovación energética, como la eólica o la captura y almacenamiento del carbono; y por último el reforzamiento de la dimensión externa, gracias a la integración de los mercados energéticos vecinos y su reglamentación.

Más información