Internacional

Irlanda reitera que no cambiará soberanía por apoyo financiero

Las autoridades irlandesas se reunirán mañana con sus homónimos europeos para discutir una salida a la crisis de deuda en la que la isla se ha visto sumergida desde hace unas semanas. Pero desde Dublín no quieren ni oír hablar de nada que tenga que ver con un rescate como el establecido el pasado mes de mayo para salvar de la quiebra a Grecia. Mientras tanto, las tensiones financieras podrían trasladarse ahora a Portugal. El ministro de Economía del país vecino, Fernando Teixera dos Santos, ha admitido esta tarde que existe “un riesgo elevado” de que tenga que recurrir a la ayuda de la UE.

Batt O’Keeffe, ministro de Comercio y Empresa irlandés, lo ha dejado claro: “Irlanda ha luchado mucho para conseguir su soberanía, y este Gobierno no va a ceder dicha soberanía ante nadie”. En otras palabras, que Irlanda está abierta a recibir ciertas ayudas, pero no a cambio de cualquier condición. Además, el rotativo local Irish Independent afirma que la ayuda sólo sería para los bancos, pero el Gobierno no ha confirmado esta afirmación. No es el único rumor que circula hasta el momento.

Los ciudadanos británicos podrían tender una mano a la sociedad irlandesa en forma de 6.000 millones de libras (algo más de 7.000 millones de euros) para evitar que el país entre en quiebra técnica por culpa de su deuda, según informa el rotativo londinense ‘The Times’. Así, la histórica enemistad entre británicos e irlandeses pasa a un segundo plano cuando se habla de negocios.

“Irlanda no es como Grecia [para el Reino Unido], es un aliado comercial”, comentó una fuente del Tesoro británico a ese periódico. Al parecer, existe una gran exposición de bancos de la talla del Royal Bank of Scotland (RBS) -participado casi en su totalidad por el Gobierno- a la deuda soberana de la isla vecina, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya ha advertido al Ejecutivo que lidera David Cameron de que, si Irlanda empeora, el Reino Unido tendría un problema (más) de gravedad.

Tomando este escenario, no es de extrañar que en Londres se estén planteando en estos momentos acudir al rescate de sus vecinos. Con la crisis de Grecia, al Gobierno alemán le sucedió algo similar. La propia canciller, Angela Merkel, a pesar de poner en juego su confianza ante el electorado germano a pocas semanas de las elecciones de Renania del Norte-Westfalia, decidió en mayo aprobar la ayuda financiera destinada a Grecia -de 110.000 millones de euros, 80.000 de los cuales corren a cargo de los socios comunitarios- para evitar la quiebra del país y su por aquel entonces posible expulsión de la eurozona.

Los motivos que llevaron a Merkel a apoyar el rescate heleno son las mismas que ahora parecen motivar a las autoridades británicas a ‘salvar’ a Irlanda; la exposición de su banca a la deuda de la nación en riesgo de quiebra.

No obstante, y tras aprobar unas fuertes medidas de austeridad, Cameron se enfrentaría al mismo problema que encaró su homónima alemana: la popularidad. Según el rotativo londinense, el enfado de los contribuyentes británicos podría ser mayúsculo si se tiene en cuenta que, hasta ahora, la postura del Reino Unido frente a este tipo de crisis de deuda es que cada país se haga cargo de sus propios problemas de solvencia. Una opinión que, si bien entre los políticos se cuestiona, cada vez parece más defendida por la población.

En cualquier caso, y debido a todas las muestras de confianza que han dado los líderes europeos a lo largo del fin de semana, los papeles irlandeses han logrado reducir su rentabilidad desde el pasado viernes. El mensaje que lanza Bruselas es que Irlanda será apoyada económicamente suceda lo que suceda. El resultado ha sido evidente; los bonos a diez años han pasado de ofrecer una rentabilidad por encima del 9% la semana pasada a una del 8,1% este lunes. No obstante, los papeles portugueses y españoles, que se encarecieron al mismo ritmo que los irlandeses, se mantienen.

Las últimas noticias procedentes de los países periféricos europeos, también conocidos como PIIGS, han dado un leve respiro a la deuda soberana de estos países que en los últimos días registraba un aumento imparable en su diferencial y su porcentaje de rentabilidad. No obstante, las recientes declaraciones del ministro luso de Economía no disipan todas las dudas de los inversores de deuda-país.

En el caso de España, la rentabilidad de su bono de referencia se situaba hoy en el 4,542% y la prima de riesgo bajaba hasta los 197,6 puntos básicos desde los 202 del pasado viernes. Sin embargo, el diferencial con el bund alemán aún está un 21% por encima del registro marcado hace tan sólo un mes. Mientras, el ‘yield’ de los bonos germanos a 10 años supera ya el 2,5%.

En este escenario, el ministros de Economía de Portugal reconocía hoy mismo que existe un riesgo elevado de que la economía lusa tenga que recurrir al paquete de rescate confeccionado por la Unión Europea y por el Fondo Monetario Internacional. El ministro portugués se ha referido a esta cuestión en términos globales y no como problemas de una sola nación. Las emisiones de deuda de nuestro país vecino tenían a media jornada una rentabilidad del 6,822% y un ‘spread’ de 425,6 puntos básicos, muy lejos de los 45,7 que marcaba hace un año.

En Italia la actualidad la marca hoy una nueva renuncia en el gabinete de Berlusconi. En esta ocasión han sido el ministro de Política Europea, el viceministro de Desarrollo, y dos secretarios de Estado quienes se han desmarcado del proyecto del ‘Cavaliere’ para embarcarse en el incipiente partido Futuro y Libertad (FIL). El viceministro ha dicho que tras la aprobación de la reforma económica llegará la crisis política que en buena parte se ha desatado ya en Italia. No obstante, sus bonos también han mejorado en más de tres puntos su diferencial.

Los fondos de inversión preparan sus nuevas estrategias en un marco pesimista

Las cosas se han hecho mal. Por ello, todo irá a peor. Y los repuntes del 2010, que han sido tan sólo una fugaz luna de miel entre los mercados y las autoridades, ya se han terminado. Estas son las opiniones, ‘plasmadas’ en los documentos mensuales o trimestrales de las casas de análisis y fondos de inversión, que nutren en este tercer trimestre de 2010 la actualidad financiera más elitista. La que ya prepara sus próximas estrategias.

El informe firmado por Jeremy Grantham, del fondo de inversión GMO, es uno de los más contundentes a la hora de criticar la actualidad financiera ‘lograda’ por las autoridades. Su informe de octubre, titulado ‘La Noche de la Fed viviente’ -una parodia de la película de terror de 1968 llamada ‘La noche de los muertos vivientes’- es una crítica durísima al intervencionismo’ estatal. Una política que en EEUU adoptó hace unos años Alan Greenspan con la crisis de las puntocom y que ahora perdura bajo el mandato de Ben Bernanke desde el comienzo de la crisis de las ‘subprime’.

“Ambos se han mostrado siempre de acuerdo en que los mercados son muy eficientes por sí solos, y aún así se han decidido a manipular los precios para incentivar la economía en un periodo de recesión”, apuntaba Grantham, cuyo argumento principal a la hora de criticar la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) es que a más deuda no necesariamente existe un mayor crecimiento ecónomico. Cabe recordar que hace unos días Bernanke anunció que sus nuevas medidas de estímulo, que consistían en comprar 600.000 millones de dólares de deuda estadounidense a largo plazo.

El endeudamiento es, en consenso, el recurso más utilizado por los expertos a la hora de comentar que el futuro económico de EEUU y Europa es complicado. Así lo demuestra otro informe, esta vez elaborado por la casa de análisis independiente Variant Perception, que se centra en la actualidad de España y su futuro. “La deuda soberana vuelve a cotizar al mismo precio que en mayo [cuando tuvo lugar la primera crisis de deuda de la eurozona]”, reza el índice del documento, que también señala el desempleo, el precio de la vivienda y el parón en el crecimiento de la economía española como principales problemas a resolver por el Gobierno que preside José Luís Rodríguez Zapatero.

Con estos documentos en la mano, y otros de la misma índole, ahora los fondos de inversión deben preparar sus estrategias. Algunos expertos ya observan de reojo y con cierto temor a los ‘hedge funds’, o fondos de alto riesgo, que se caracterizan por ver en situaciones complicadas una oportunidad de ganar dinero, normalmente a cambio de empeorar aún más esos escenarios sobre los que actúan.

En cualquier caso, y a pesar de la demoledora crítica que encierra el informe de GMO, todos los indicios parecen indicar que Europa volverá a ser la ‘piñata’ de esta industria, aunque muchos argumentan que no sin causa justificada.

Cada vez son más los inversores que ponen en cuestión la unidad de la eurozona, aprovechando la crisis que atraviesa en estos momentos Irlanda. Y a la que ha arrastrado a los países periféricos una vez más al ojo del huracán. “La Comisión Europa ha visto durante mucho tiempo la crisis como un fenómeno mediante el cual fortalecer la unidad económica de la región, pero está sucediendo lo contrario; cada vez imperan más las posturas nacionalistas”, aclaró a EL BOLETÍN un gestor de fondos. El informe ya citado de Variant Perception secunda esta postura, aunque matiza que puede ser España “la carga que rompa la espalda del camello” y no otros países periféricos. Este planteamiento es lógico, pues el tamaño de España no es comparable al de países como Portugal, Grecia o Irlanda.

Sin embargo, esta ola de pesimismo y advertencias choca con la actitud que mantienen algunas instituciones financieras de calado internacional como Moody´s. María José Mori, analista de entidades financieras de la agencia de ‘rating’, aseguró a este periódico que la la solvencia del Estado español es muy elevada, y un riesgo de ‘default’ muy bajo.

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