Internacional

Grito de guerra…

Los especuladores financieros se preparan para lanzar un gran ataque contra el euro, según vaticinan algunos expertos. Si la inestabilidad política de Europa no llega a su fin, el BCE podría comenzar a perder la paciencia. Ese momento será entonces aprovechado por los fondos de alto riesgo, entre otros, para atacar la moneda única y emular, de esa forma, a su gran ‘gurú’ George Soros cuando devaluó la libra.

“Al revisar las agendas para 2011, escoged un día para vender el euro”. Así comienza Nicholas Hastings, columnista del portal digital Dow Jones, sus recomendaciones para el nuevo año. Tras el estéril Consejo Europeo celebrado la semana pasada en Bruselas, en donde una vez más no se llegó a un acuerdo, Jean-Claude Trichet, presidente del BCE y principal apoyo del euro -que cotiza desde hace varios meses por encima de los 1,30 dólares- empieza a perder la paciencia, lo que podría motivar que la especulación se centre con más ganas aún en ‘tumbar’ el euro.

Al menos, esa es la intención que le atribuyen los analistas a los fondos ultraespeculativos y hay indicios para tenerla en cuenta. “Con el año a punto de terminar, el BCE pierde además de paciencia también credibilidad, y los líderes de la UE se encuentran a millas de distancia de lograr una solución”, explica Hastings en su artículo. Algo que aprovecharán los ‘hedge funds’ para volver a la carga en 2011, intentando esta vez llevarse el euro por delante, tal y como hizo el famoso inversor húngaro George Soros en el año 1992 con la libra esterlina, cuando ordenó vender 10.000 millones y obligó al Banco de Inglaterra a devaluar la moneda.

Esta estrategia es la recomendada, al menos, por un banco de inversión que en un informe remitido hace unos días a la industria de inversión alternativa afirmaba que Bruselas podía seguir siendo ‘castigada’ porque aún no había alcanzado “el límite que conllevará la solución definitiva”. En otras palabras, que mientras la situación parezca reversible, los países de la eurozona defenderán intereses distintos, consiguiendo así desesperar al BCE y dando pie a nuevas ofensivas en el mercado de deuda y contra el euro.

En Pekín están preocupados con la posibilidad de una venta masiva de la divisa comunitaria. No es para menos. El Banco Central de China tiene en su poder el 30% de las reservas de divisas extranjeras, una situación complicada de cara a una gran bajada de precios de una moneda de la talla del euro. Además, la eurozona es su mayor socio comercial, y una moneda debilitada complicaría las exportaciones.

El próximo Consejo Europeo se celebrará en el mes de marzo. Hasta entonces la presión sobre la divisa crecerá, aunque será en ese momento -si no se logra el ansiado acuerdo paneuropeo- cuando la gran venta de la moneda tenga lugar, según la predicción de diversos analistas. En cualquier caso, probablemente la deuda sufra dificultades desde enero.

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