Internacional

Los grandes bancos del mundo frenan el ataque contra el yen

Los grandes bancos centrales, como el BCE y la FED, han puesto fin a la escalada del yen, cuya cotización se encontraba en máximos desde la II Guerra Mundial, tras una intervención conjunta. Era la primera vez en diez años que, las autoridades monetarias del G-7, las economías más industrializadas del planeta, pactaban una acción común en el mercado de divisas (en septiembre de 2000 salieron al rescate del euro).

Tras el anuncio, el yen sufrió la mayor caída de los últimos dos años en su cruce con el dólar. En las primeras horas de negociación llegó a retroceder un 3,9%, la mayor caída desde el 28 de octubre de 2008, cuando la crisis financiera mundial golpeó a los mercados. Cerca del cierre, mitigó los descensos hasta el 2%.

La batalla, sin embargo, ha sido dura, en un día complicado en los mercados financieros, con los operadores de futuros pendientes de los vencimientos de la cuádruple hora bruja, pero finalmente el objetivo parece haberse logrado. A primera hora de hoy, el yen se cambiaba a 82 unidades por cada dólar en comparación con los 76,32 yenes por dólar que se ofrecía tras el apagón de las pantallas.

No obstante, los hedge funds (los fondos de inversión mediante los cuales se canalizan la mayoría de movimientos especulativos) han vuelto a realizar movimientos de compra esta media mañana y la moneda japonesa descendió, al cierre de esta edición, hasta un cambio de 81,39. Por lo visto, han decidido no retirarse ante la presencia de los banqueros.

La decisión del G-7 de intervenir ha recogido elogios por parte del ministro de Finanzas del país asiático, Yoshihiko Noda, quien ha declarado poco después del anuncio que es “muy significativo este acuerdo entre las siete potencias que forman el G-7 para lograr la estabilidad de los mercados”. Ayer mismo, Noda criticaba a los especuladores financieros y miraba de reojo a EEUU –que aloja al 80% de la industria de los hedge funds- al no parecer muy dispuesto a apoyar una intervención.

Pero la intervención podría acarrear problemas en Asia, y en concreto en China. El Gobierno de Pekín ha recibido multitud de peticiones durante los últimos meses para que liberase la moneda china, el yuan. La intervención de Japón resta, según opinan algunos expertos, credibilidad a las exigencias enviadas al gigante asiático en 2010.

Ante esta eventual crítica, desde Tokio han asegurado a los mercados que Japón no trata de defender a la divisa, sino de defender la estabilidad de la misma. Un matiz, aclaran, importante.

El país del lejano oriente es la tercera economía del mundo (por detrás de EEUU, en primera posición, y China) y una de las bases de su potencial son las exportaciones, que ya se han visto condicionadas por la catástrofe natural que ha asolado el país en los últimos días; primero con un terremoto y un tsunami y posteriormente con una alarma nuclear ‘in crescendo’.

Al hecho de tener muchas fábricas cerradas y los transportes interrumpidos, un yen demasiado caro puede terminar por convencer a muchos de sus clientes de buscar acuerdos en sitios donde les hagan mejor precio.

La consecuencia de la compra masiva de yenes por parte de los especuladores la madrugada del miércoles fue un récord histórico en el valor del yen que no tenía lugar desde el final de la II Guerra Mundial.

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