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Merkel y la Comisión Europea prolongan la agonía de Portugal

No era la luz al final del túnel, es un nuevo tren que se aproxima. Cuando parecía que había llegado el principio del fin de la crisis de la deuda soberana, Alemania y la Comisión Europea han decidido prolongar la agonía de Portugal. La canciller alemana, Angela Merkel, ha decidido que las negociaciones sobre el fondo de rescate continúen hasta junio, mientras que Bruselas ha puesto en duda las cuentas públicas del país vecino. Todo ello el mismo día en el que el Parlamento portugués debate nuevas medidas de ajuste, que de no aprobarse, podrían provocar la dimisión del primer ministro, José Sócrates. Al cierre de esta edición se desconocía el resultado.

El primer ministro luso, José Sócrates, ha dejado hace algunos minutos el parlamento portugués durante el final del discurso del ministro de finanzas Fernando Teixeira dos Santos en la defensa del Proyecto de Estabilización y Crecimiento (PEC). Los medios del país afirman que Sócrates ofrecerá una rueda de prensa a las nueve de la noche (hora española). Antes podría reunirse con el presidente de la República para comunicar su decisión.

El déficit público de Portugal, que según los datos del Gobierno de Lisboa cerró 2010 por debajo del 7%, está en riesgo de ser revisado al alza por Bruselas. La razón, que no contabiliza los gastos derivados de la nacionalización del Banco Portugués de Negocios y en las empresas de transporte público. Según informan los medios locales, con estas partidas, el dato final podría irse al 8,2% del Producto Interior Bruto del país.

La cumbre que iba a comenzar mañana en Bruselas para anunciar el funcionamiento del Fondo de Rescate (EFSF, por sus siglas en inglés) parecía ser la definitiva, pero Alemania ha decidido que las negociaciones deben seguir hasta junio. Con la presentación del mecanismo, el mercado esperaba atisbar el principio del fin de la crisis de deuda que lleva asolando al euro desde 2010. Esa visión tendrá que esperar.

Los motivos técnicos que han llevado a Berlín a presionar para que el EFSF no salga a la luz hasta junio tienen que ver con los pagos y los plazos.

En el preacuerdo acordado hace unos días por los ministros de Finanzas de la zona del euro se había decidido una aportación conjunta al mecanismo de blindaje de 80.000 millones de euros en liquidez, mientras que se implantaría además un capital base de 620.000 millones de euros. De esos 80.000 millones de liquidez, 22.000 millones correrían a cargo de Berlín, y 11.000 millones de ellos deberán ser depositados en el Fondo antes de 2013 (será en esa fecha cuando el EFSF comience a operar).

Por este motivo, en el documento que han firmado las autoridades de Bruselas previo al encuentro, y al que ha tenico acceso Reuters, se establece que las negociaciones se alarguen hasta el próximo mes de junio con la intención de volver a buscar el consenso alemán. Desde Berlín han asegurado que la cantidad a poner sobre la mesa no es el problema, pero sí los plazos que se han establecido. Los mercados han reaccionado de inmediato a esta noticia (ver página 11).

Los expertos señalan que las presiones de Berlín a Bruselas para lograr este retraso se deben a motivos electorales. La popularidad de Merkel, ha caído aún más desde la crisis nuclear que sacudió Japón la semana pasada, según refleja una encuesta de intención de voto publicada hoy por la revista Stern. Los Verdes, en cambio, han logrado ganar más simpatía entre los votantes.

La coalición que actualmente gobierna Alemania (la CDU y el FDP) sería elegida actualmente como opción preferida entre un 38% de los encuestados, mientras que los principales partidos de la oposición (Los Verdes y los socialdemócratas del SPD), en su conjunto, contarían con el 45% de los apoyos. La CDU por su cuenta conseguiría el 33% de los votos, mientras los liberales aportarían a la actual coalición gobernante un 5%, según los datos de Forsa, el instituto que ha realizado el sondeo.

La canciller alemana anunció ayer la creación de una Comisión de Sabios que se encargará de evaluar el consenso de la sociedad alemana sobre la generación y uso de energía nuclear, tras la catástrofe atómica en Japón. Esa comisión ética se suma a la Comisión de Seguridad que evalúa la seguridad en las 17 centrales nucleares en Alemania y que se formó la semana pasada.

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