Internacional

Los especuladores intentan volver a incluir a España en los PIIGS

Hace un año se hablaba de los PIIGS: los países de la zona del euro con riesgo de recibir un rescate financiero, que respondían por su letra inicial a Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España. Posteriormente Italia y España se desmarcaron del grupo, aunque ésta última no del todo. Ahora, cuando el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha reconocido que Grecia quizás necesite más dinero adicional al ya suministrado el pasado mayo (110.000 millones de euros), los mercados han vuelto a poner en duda la utilidad de los rescates financieros (además del de Grecia, los 85.000 millones de euros enviados a Irlanda en noviembre y los 80.000 aprobados para Lisboa) y el riesgo de contagio que afronta España, cuyo diferencial de deuda ya ha subido 20 puntos básicos desde el pasado viernes.

Aunque los políticos helenos traten de combatir la especulación de los mercados, que ya dan por hecho que Atenas sólo puede o reestructurar su deuda o salir del euro, sus esfuerzos son en vano. La tensión, que en realidad nunca abandonó los bonos de los países periféricos, parece recobrar fuerza un año después de la intervención de Bruselas y el FMI para evitar la quiebra de la economía griega.

Los temores sobre una reestructuración en Grecia ya se han trasladado, por lo pronto, a Irlanda.

El gobernador del Banco Central de la Isla Esmeralda, Patrick Honohan, ha declarado que el país no afrontará la posibilidad de quiebra. Las declaraciones del banquero han tenido luger después de que los rumores sobre una posible bancarrota del Tigre Celta aflorasen en los mercados internacionales alentados, en parte, por las opiniones de los propios expertos irlandeses.

Una de estas opiniones era la reflejada por Morgan Kelly, profesor de Economía, en una columna del rotativo The Irish Times. En su pieza, Kelly aseguraba que Dublín debería plantearse una reestructuración de deuda que conllevase un ahorro mínimo de 85.000 millones de euros (la misma cantidad del rescate financiero enviado en noviembre). De lo contrario, Irlanda se enfrenta a una quiebra nacional caótica y prolongada, ha explicado el experto.

La respuesta de Honohan ha intentado tranquilizar a los mercados, que llevan desde el viernes especulando con una posible salida de Grecia de la zona del euro. «Estamos trabajando en la elaboración de un plan que, de cumplir sus previsiones el crecimiento económico del país, volverá a trasladar la situación de la deuda a un clima sostenible y favorable», aseguró el banquero. Según las estimaciones gubernamentales, la deuda alcanzará el 116% del PIB para el 2014 (actualmente la deuda de Italia supone el 120% de su PIB y la de Grecia un 142% de su PIB).

A estas opiniones también se han sumado algunos ministros. El de Energía, Pat Rabbitte, ha comentado este fin de semana que, en su opinión, una reestructuración de la deuda debería tener lugar. Sin embargo, el primer ministro del país, Enda Kenny, sigue rechazando esta posibilidad. «Considero que podemos enfrentarnos a nuestro endeudamiento sin necesidad de modificar nuestros bonos», aseguró el mandatario durante una intervención la semana pasada en Nueva York, zanjando, por el momento, esta cuestión.

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