Internacional

Irlanda abre la veda de los impuestos a los fondos de pensiones

El Gobierno de Irlanda ha anunciado que impondrá un impuesto a los fondos de pensiones privados irlandeses del 0,6% durante por lo menos cuatro años para fomentar nuevos planes de empleo. Tal y como ha informado el ministro de Finanzas del país, Michael Noonan, esta medida aportará a las arcas del país 470 millones de euros anuales.

La tasa será impuesta a cambio de rebajar la establecida en relación a productos turísticos (que tiene pensado bajar hasta el 9% desde el 13,5%) y de cancelar un impuesto relacionado con el transporte. También, según Dublín, para financiar un programa de ayudas a las pymes del país que lo requieran. Noonan explicó durante el anuncio de esta medida que aunque el país actualmente no disponga de la capacidad para llevar a cabo grandes políticas para impulsar el crecimiento económico, la iniciativa laboral que se pondrá en marcha con este impuesto a los fondos de pensiones ayudará a restablecer parte de la confianza perdida por los mercados.

El desempleo de Irlanda roza ya una cifra récord en los últimos 17 años, y el Gobierno que lidera el primer ministro Enda Kenny trata de reducir esos datos por todos los medios posibles sin que, afirman desde Dublín, el presupuesto aprobado en diciembre se resienta.

Por su parte, los fondos de pensiones que se verán afectados por esta tasa han mostrado su desacuerdo con la medida. Con argumentos que defienden el derecho de los ciudadanos a jubilarse con unos buenos ahorros en sus cuentas, los responsables de estas instituciones han advertido de un incremento en la crisis fiscal del país. Según estos directivos, la medida afectará a las siguientes generaciones de irlandeses de forma muy negativa. Noonan, sin embargo, ha respondido a estas explicaciones alegando que, en el pasado, los fondos de pensiones contaron con importantes beneficios en materia fiscal.

Este impuesto no afectará a las compañías -entre las que hay varias multinacionales- afincadas en Irlanda. Precisamente, una de las prioridades del Tigre Celta es mantener a los grandes inversores internacionales (y principalmente estadounidenses) en el país. Por eso Dublín no ha accedido a las presiones de Francia y Alemania para que incremente su impuesto sobre sociedades, que actualmente se encuentra en el 12,5%.

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