Internacional

Bruselas quiere que la banca francesa y alemana participe en el rescate griego

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Comisión Europea (CE), Olli Rehn, ha dicho que una solución viable para asegurar la solvencia de Grecia es aplicar la llamada Solución Viena, que ya tuvo éxito hace dos años en Europa del Este.

El procedimiento consistiría en que los bancos acreedores del país decidan de manera voluntaria no recortar su exposición al mismo una vez venzan los plazos de los bonos. En otras palabras; una renegociación por medio de la cual la liquidación de una operación (en este caso el cobro de los papeles soberanos) se prorrogue a otra fecha posterior.

Los bancos franceses y alemanes son los más expuestos a la economía griega, junto con las entidades locales. Según los últimos datos del Banco Internacional de Pagos (BIS), los bancos teutones se juegan 48.177 millones de euros en el país mediterráneo, mientras que los galos tienen 63.866 millones de euros expuestos a las finanzas helenas.

Tanto en Portugal, así como en Grecia e Irlanda, las instituciones financieras teutonas ocupan siempre el segundo puesto, por detrás de la banca gala -en el caso de Grecia- y británica -en el caso de Irlanda-. En las finanzas lusas los bancos alemanes tienen 48.500 millones de dólares invertidos (34.850 millones de euros), en las del Tigre Celta tienen 208.300 millones de dólares (149.680 millones de euros) y en las helenas tienen 64.000 millones de dólares (cerca de 46.000 millones de euros).

Así, Olli Rehn, que también es la máxima autoridad económica de Bruselas, ha contestado al fundador y consejero delegado de BlackRock, Laurence Fink, uno de los fondos de inversión más rentables de Wall Street y con una amplia presencia en el sector de los hedge funds. Fink dijo ayer, tras conocerse esta propuesta, que muchos pequeños bancos del Viejo Continente deben ser recapitalizados y que los grandes, a pesar de estar en buenas condiciones financieras, asumen mucha presión por parte de los mercados internacionales dada su exposición a los llamados países periféricos.

“Antes de reestructurar un país habría que pensar en reestructurar el sistema bancario europeo”, señaló desde Hong Kong el responsable de BlackRock, señalando que si las entidades deben asumir una quita de deuda helena, se encontrarán en serias dificultades.

Las ventajas de aplicar la Solución Viena son varias. El líder griego, George Papandreou lograría algo de tiempo para no seguir tensando la paciencia de los contribuyentes helenos con más recortes sociales, para no tener que acudir a los mercados en busca de financiación inmediata y para no declarar el país en quiebra técnica. A su vez podría detener la especulación en torno a sus CDS (seguros contra el impago de deuda griega), uno de los productos derivados de la deuda más utilizados por los hedge funds.

Pero también existen las desventajas. La principal, dicen los expertos, es que si bien esta opción puede resolver parcialmente el asunto de la liquidez, no así el de la solvencia a pesar de lo que opina Rehn. Además, esta decisión conllevaría nuevos recortes de rating por parte de las grandes agencias de calificación y, por último pero no por eso menos importante, al Banco Central Europeo (BCE) no le atrae la idea.

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