Hewlett-Packard ha sorprendido al mercado al anunciar que planea abandonar el mercado de los ordenadores personales. Tal y como ocurrió hace una década con la compra de su entonces rival Compaq Computer, la compañía tendrá ahora que volver a calmar a los accionistas rebeldes.
“Están perjudicando el negocio que tratan de vender”, ha asegurado Pat Becker Jr., administrador de fondos en Becker Capital Management, que hasta junio tenía alrededor de 1,2 millones de acciones de HP, en declaraciones a The Wall Street Journal. Además, también piensa que la empresa pudo haber perdido la oportunidad de conseguir un buen precio para su unidad de PC al revelar su nueva estrategia antes de tiempo.
El crecimiento de los márgenes de la división de PC está por debajo de los demás negocios de HP, y deshacerse de esa unidad le permitirá concentrarse en los servicios y el software, que son más lucrativos, según ha señalado Basu Mullick, director gerente de Neuberger Berman LLC, que ocupa el puesto 25 entre los mayores accionistas de HP. Sin embargo, ha cuestionado la forma abrupta en que el presidente Leo Apotheker anunció la nueva estrategia. «La comunicación y la manera en que han manejado la situación no son correctas», declara al diario estadounidense. «Obviamente, no hay que hablar de algo antes de concretarlo», añade.
HP ha decidido salir del negocio del PC porque no puede darse el lujo de invertir en la unidad de aparatos de consumo al mismo tiempo que desarrolla una cartera de productos para las empresas, según explicó Apotheker el jueves.
Otra preocupación es el precio del acuerdo por Autonomy. HP está pagando una prima de 80% por la empresa británica. Se trata de un desembolso de más de 10.000 millones de dólares por una empresa con apenas obtiene 1.000 millones de ingresos anuales. Mullick, quien aclaró que hablaba a título personal y no en nombre de su empresa, sostuvo que apoyaba el plan para salir del negocio de las PC, pero que no le gustaba la adquisición de Autonomy.
