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EEUU pone en jaque los planes de futuro de Deutsche Telekom

El futuro de Deutsche Telekom pende de la decisión del tribunal de Columbia ante el que el Departamento de Justicia de Obama ha presentado la demanda que pretende frenar la compra de su filial T-Mobile por parte de la estadounidense AT&T. La operadora alemana ya había dado por hecho el visto bueno de las autoridades estadounidenses y, por tanto, el embolso de 39.000 millones de dólares (unos 27.380 millones de euros) para su plan estratégico. Una partida que podría no llegar nunca y comprometer el futuro de la mayor ‘teleco’ de Europa.

En caso de que los reguladores rechacen la transacción por considerar que efectivamente “reduce sustancialmente la competencia” en el mercado de telefonía móvil, Deutsche Telekom tendría muy difícil buscar un nuevo comprador para su red en EEUU. Así lo señalan las casas de análisis, a las que no las ha temblado la mano a la hora de reducir su consejo sobre la cotizada alemana después del desplome bursátil de ayer.

Desde que se firmó el acuerdo de compra en marzo, T-Mobile no ha hecho más que empeorar sus resultados en el que está siendo su mayor declive en la última década. La valoración lograda por entonces de 39.000 millones de dólares (28,8 veces su beneficio), que supondría el importe más alto pagado jamás por una ‘teleco’ fuera de China, podría adelgazar ahora hasta en 12.000 millones de dólares (8.400 millones de euros) aunque se mantuviera el múltiplo de 28,8.

Una ‘rebaja’ de precio que tampoco conseguiría ganarse las atenciones de las grandes competidoras de AT&T, con las que la red de T-Mobile generaría menos sinergias. La red de Sprint Nextel, compañía a la que algunos han apuntado como posible candidata a enmendar la venta, no es compatible con la de T-Mobile -que aún no ha desarrollado por completo su cobertura 3G en EEUU-.

Sin embargo, no es la única pista que desaconseja la operación. Tras el esfuerzo que Sprint, cuya deuda supera a su caja, tendría que hacer para hacerse con T-Mobile ni siquiera conseguiría adelantar a Verizon o la propia AT&T en cuota de mercado. Algo que no impide que la ‘teleco’ celebre el frenazo a la operación con un repunte del 1,5% a media sesión neoyorquina, al que habría que sumar al ‘rally’ del 5,9% de ayer.

En cuanto a Verizon, que es la mayor operadora de telefonía móvil en EEUU , la operación sólo le reportaría una red que es incompatible con la suya propia. Una situación que hace aún más improbable la fusión entre ésta y la filial de la estatal alemana. Con este escenario, la cotización de Verizon permanece impasible ante las decisiones del gabinete de Obama sobre la operación.

Las dificultades para salvar el acuerdo con una tercera compañía son patentes. A Deutsche Telekom solo le quedaría aceptar los 3.000 millones de dólares en efectivo que AT&T le pagaría si finalmente los tribunales de competencia impiden la operación. Las demás retribuciones -espectro inalámbrico en algunas regiones y menos cargas para sus llamadas- podrían no suponer mucho para la operadora alemana si decide replegar alas en su aventura americana para proseguir con su plan de expansión en Europa.

Los planes de Deutsche Telekom para destinar los ingresos de la venta a mejorar su red en Europa y ampliar su red de banda ancha en Alemania, además de reducir su deuda, quedan ahora sobre la cuerda floja. Aunque sus directivos han afirmado en varias ocasiones que esos ingresos no eran imprescindibles, los analistas creen que sí y ya han llegado las rebajas de recomendación por parte de Commerzbank, Bernstein y Berenberg.

La operadora alemana tendrá ahora que decidir entre endeudarse más y seguir con sus planes en el Viejo Continente, echar el cierre a su filial americana o apostar por reflotarla. Esta última opción, que comprometería sin duda los planes de Deutsche Telekom en Europa podría poner en bandeja el avance de compañías de la competencia como Telefónica.

La española libra con la alemana una fuerte batalla por hacerse un hueco cada vez mayor en el mercado de telefonía de la mayor economía europea y recientemente ha recibido una mejora de consejo desde la casa Bernstein que hoy ha recortado su recomendación sobre la alemana.

A la espera de que se conozca finalmente la resolución sobre el acuerdo y, por extensión, el futuro de los planes de Deutsche Telekom, la operadora celebra que S&P haya decidido mantenerle su calificación crediticia con rebotes del 2,4% que intentan borrar parte del golpe del -7,64% sufrido ayer.

Los expertos sin embargo ya han sentenciado que la venta de T-Mobile está muerta. Habrá que ver si las reuniones de AT&T y Deutsche Telekom con las autoridades estadounidenses suavizan su oposición al acuerdo con el argumento de la creación de empleo o si finalmente la teleoperadora se queda sola y sin rumbo fijo ante la ausencia, por el momento, de plan B en la alemana.

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