El equipo de asesores del presidente de EEUU, Barack Obama, parece convencido de que sin la recuperación del mercado inmobiliario no se producirá el despegue de la economía ni un repunte de la creación de empleo que pueda ser perceptible para la población. Una baza psicológica que, el actual inquilino de la Casa Blanca necesita desesperadamente para asegurar su reelección, según la mayoría de los expertos.
Por eso, en la versión que aportan estos días algunos ‘blogers’ bien informados con muchas fuentes en Washington, el líder demócrata ha puesto a sus hombres de confianza a trabajar en un plan concreto y factible que ofrezca resultados en esta línea a corto plazo.
Además, el interés del Gabinete Presidencial, podría coincidir con los planes de la Reserva Federal de EEUU en el sector. O eso, deducen algunos analistas de las líneas maestras de una reciente conferencia pronunciada en la capital del gran país norteamericano por Elizabeth Duke, gobernadora del banco central estadounidense.
La economista recomendó a la actual administración que se concentrara en buscar sistemas para ayudar a los propietarios de bienes inmobiliarios hipotecados a refinanciar sus créditos porque en su opinión esa sería la estrategia correcta para detener el deterioro del mercado y facilitar un próximo despegue.
Uno de los problemas de fondo, según Duke, sería que el hecho de que los tipos de interés de referencia estén en su punto más bajo de las últimas décadas y vayan a continuar en este entorno, al menos dos años más, no ha contribuido a que las familias estadounidenses consigan condiciones más favorables para hacer más llevadero el pago de sus hipotecas.
Entre otras consideraciones, la gobernadora explicó que, como posible punto de partida, los tipos de interés que soportan estos prestatarios tendrían que acercarse a los que ahora están vigentes en el mercado hipotecario, con cifras cercanas a sus mínimos históricos, en concreto, según los datos oficiales, el guarismo correspondiente a los 30 años se sitúa en el entorno del 4,22% y el asociado a los créditos a 15 años en el 3,39%. En ambos casos, muy por debajo de las cifras medias del pasado año que se situaron en el 4,32% y el 3,83%, respectivamente.
Si se encuentran soluciones capaces de deshacer este nudo que mantiene atenazadas las perspectivas del mercado inmobiliario la solvencia bancaria mejoraría, las familias dispondrían de más dinero para tomar decisiones de consumo y la caída libre de los precios de las viviendas se detendría. Un círculo virtuoso que, al menos en la opinión de la gobernadora, contribuiría a relanzar la economía estadounidense.
Duke forma parte del grupo de los moderados que se mantiene a favor de las políticas que defiende el presidente de la mayor autoridad monetaria mundial, Ben Bernanke, a pesar de que fue nombrada para el cargo por George Bush. Pero, quizá porque la fecha de su toma de posesión -mayo de 2007- estuvo demasiado cerca del estallido de la crisis financiera, desde entonces, se ha separado de los ‘halcones’, el grupo en el que debía integrarse y se ha mostrado partidaria de las políticas de estímulo.
