La crisis financiera también afecta al entramado financiero británico, y no de pasada precisamente. Desde Londres los principales bancos del país han informado en los últimos meses de despidos masivos y congelaciones de sueldo. Tampoco las consultorías atraviesan su mejor época. En muchos casos, y con su preparación, estas personas deciden probar suerte en otros países. Pero ni en EEUU ni en los prometedores mercados emergentes; las opciones favoritas son Suiza, Alemania y Francia.
Según un estudio llevado a cabo por Experteer, un servicio de empleo para directivos y ejecutivos, y OMIS Research, una consultora independiente, de todos los directivos y ejecutivos británicos que cambiaron de empleo entre marzo de 2010 y marzo de 2011, el 26% se marchó fuera del país. En 2009 este porcentaje era del 20%. Con este dato, Reino Unido se sitúa como máximo país exportador cerebros de toda la Unión Europea (UE).
Los principales países receptores -de profesionales británicos pero también de otros países del Viejo Continente- son Alemania (que acapara un 17,7% de las llegadas), Francia (con un 11,5%) y Suiza (con un 10,2%). De los británicos en especial, «un 12% eligió España para iniciar su nuevo reto profesional», según explica el estudio llevado a cabo por Experteer y OMIS Research. «El impacto que la crisis ha tenido en el mercado laboral [británico] ha sido un factor determinante» para explicar este fenónemo, según Christian Göttsch, consejero delegado de Experteer.
En el ranking para atraer las mejores mentes de Europa, destaca Suiza al lograr –por tercera vez consecutiva- la mayor ganancia neta en la importación de profesionales que responden a este perfil. El país de los Alpes atrae un 50% más de talento que el que deja escapar, siendo el destino favorito para los ejecutivos alemanes, franceses y de fuera de Europa.
En este sentido, el documento informa de que Suiza acogió el año pasado un 6,8% de los profesionales españoles, atraídos principalmente por ser uno de los países más atractivos en términos de remuneración.
