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El consejero delegado del RBS se planteó su dimisión tras no poder cobrar el bonus millonario

El consejero delegado del Royal Bank of Scotland (RBS), Stephen Hester, ha reconocido que después de que el banco suspendiese el cobro de su bonus relativo a 2011 (valorado en 1,14 millones de euros) se planteó renunciar a su cargo tras atravesar unos «momentos de gran depresión».

En declaraciones a la emisora de radio de la BBC, Hester ha explicado que tras considerar su marcha desestimó esta salida porque ello hubiese supuesto ser «indulgente» consigo mismo. El banquero fue designado por el Gobierno británico para devolver la solvencia al RBS después de que la entidad tuviese que ser rescatada por las autoridades al inicio de la crisis financiera.

Lejos de haber conseguido sus objetivos, RBS ha tenido que firmar recientemente despidos masivos para reducir su división de banca de inversión y reducir, de este modo, el riesgo de sus operaciones. La orden fue dada desde el Gobierno, que controla el 83% de la institución financiera.

Cuando la opinión pública tuvo conocimiento de que Hester iba a cobrar más de un millón de euros por su gestión en 2011, el enfado de la ciudadanía creció de manera sustancial. El presidente del RBS, Philip Hampton, ha reconocido que la reacción les cogió por sorpresa en el banco: «Sabíamos que iba a ser una reacción difícil, pero su magnitud nos sorprendió».

Hester ha aprovechado sus declaraciones a la BBC para matizar que, aunque entiende que la sociedad exija responsabilidades a los bancos por su papel en esta crisis, junto a la igualdad de oportunidades debe también existir el incentivo económico para la gente de mayor talento sin que las autoridades interfieran.

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