François Hollande, el candidato socialista a la presidencia de Francia y líder de las encuestas para alcanzar el puesto, ha dejado claro esta noche que para él las cifras que no hay que traicionar son las del crecimiento económico en lugar de las de la austeridad. Un discurso totalmente contrario al que sostiene la canciller alemana, Angela Merkel.
Merkel siempre ha defendido, desde Berlín, que los países de la zona del euro deben tener como absoluta prioridad el recorte del déficit público hasta que éste se sitúe por debajo del 3%. La canciller ha logrado, con el apoyo del hasta ahora presidente galo Nicolas Sarkozy, imponer este tope en las constituciones de algunos países de la región tras modificar el pacto fiscal en la Unión Europea (UE).
Pero si Sarkozy es batido por Hollande, Merkel dejará de contar con Francia como aliado en esta lucha. El candidato socialista afirmó en declaraciones a un canal de televisión francés que realizará «los ahorros que son necesarios, pero simultáneamente no sacrificaré los intereses de nuestro país». El favorito en las encuestas ya ha repetido en varias ocasiones la poca simpatía que le genera la política de austeridad de la canciller germana.
Las metas de déficit del líder socialista se basan en estimaciones de crecimiento de un 1,7% en 2013, 2% en 2014 y entre 2% y 2,5% desde 2015 a 2017. Unas cifras que los economistas han tachado de tremendamente optimistas, según Reuters.
Hollande, no obstante, sostuvo que si no se hace nada para impulsar la economía, el crecimiento no cumpliría con las estimaciones, tanto en Francia como en Europa, poniendo en peligro las metas de déficit. Así que declaró que la prioridad debería ser, por lo tanto, asegurar el crecimiento en lugar de la austeridad.
