Internacional

Los especuladores apuestan otra vez por un euro sin Francia, Italia y España

Los especuladores financieros vuelven a barajar estrategias en las que ni Italia, ni España y ni tan siquiera Francia figuren en la eurozona del futuro. El analista de un importante hedge fund británico consultado por EL BOLETÍN ha defendido que Alemania debe decidir si paga la factura de la crisis regional y, en caso afirmativo, determinar también quién se queda dentro de la divisa comunitaria.

«Europa necesita crecimiento y cualquier unión monetaria puede sobrevivir sólo si las regiones ricas pagan por las pobres. Alemania no ha aceptado esto pero la [posible] elección de [François] Hollande [como futuro presidente de Francia] puede plantear esta ecuación sobre la mesa», ha asegurado Stuart Thomson, del fondo de alto riesgo Ignis Asset Management, con sede en Glasgow y que gestiona algo más de 93.000 millones de euros en activos.

Ahora bien, el hecho de que Hollande salga elegido y logre que la ecuación explicada por Thomson se cumpla no quiere decir, necesariamente, que Alemania vaya a permitir que Francia sea considerado un país fuerte. «Merkel tendrá que elegir si los franceses son tratados como una potencia semi-potente o periférica», argumenta este experto, que en ningún escenario se plantea una Francia con el potencial y la influencia de Alemania, de Holanda o de Finlandia, por citar algunos ejemplos. Es más; como país «periférico» Francia también podría ser expulsada del euro, siguiendo la estrategia de este hedge fund.

La prima de riesgo de Francia se encontraba este martes en los 126 puntos básicos de diferencial. Una cifra en apariencia lejana si se toman como referencia los 416 puntos básicos que registra la prima de riesgo española o los 372 puntos básicos que registra la prima de riesgo italiana. Pero hay que recordar que en la segunda mitad de mayo de 2010, pocos días después de que Grecia recibiese su primer paquete de ayudas internacionales y pocos días después de que la presión de los mercados obligase al entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a iniciar una política de recortes, la prima de riesgo española rondaba los 130 puntos básicos y la italiana los 120 puntos básicos.

El gestor de otro hedge fund afincado esta vez en Suiza, también consultado por este periódico, ha añadido a esta explicación que Merkel encara un escenario complicado en casa, pues el Parlamento germano vigila de cerca los gastos de la canciller. Thomson, por su parte, explica que el Bundesbank podría rebelarse contra todos e influenciar así a la opinión pública alemana dado que el Banco Central Europeo (BCE), que en teoría fue construido siguiendo el ejemplo del Banco Central alemán, «está actuando como el Banco Central de Italia».

Este analista se refiere a las enormes inyecciones de liquidez que el BCE -liderado ahora mismo por el italiano Mario Draghi- ha llevado a cabo recientemente contra la opinión del Bundesbank, que apuesta por la austeridad en la región y se muestra aterrado ante un auge de la inflación en el Viejo Continente.

En conclusión: los especuladores consultados consideran que si Merkel quiere seguir rescatando a Europa (y eso tiene que suceder para que el euro sobreviva) tendrá que imaginar, mientras tanto, una divisa comunitaria sin ciertos países para compensar ese gasto y evitar así que su popularidad, dentro de su propio país, no se hunda del todo. El problema es que esa franja de países prescindibles, siempre en opinión de estos hedge funds, ya no se limitaría sólo a los estados ya rescatados -Grecia, Irlanda y Portugal-.

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