Los impuestos generados por la industria del juego en EEUU, y en especial por los casinos, han bajado por primera vez en la mayoría de los 48 estados que han crecido teniendo como fuente de ingresos importante el negocio de las apuestas.
Los impuestos aportados por los casinos estadounidenses al gobierno estatal y local decrecieron en un 2,2% durante el año 2008, situándose así en los 5.700 millones de dólares, según la Asociación Americana de Juego (AGA son sus siglas en inglés), un organismo que mantiene datos sobre la cantidad de dinero que mueve esa industria. Según la AGA, este decrecimiento en los ingresos sigue avanzando actualmente.
En concreto, ocho de los 12 estados que permiten casinos comerciales han visto cómo han caído los ingresos propiciados por estos al finalizar el año fiscal en el mes de junio de este año en comparación con el año anterior, según datos facilitados por el Instituto Nelson A. Rockefeller de la Universidad de Nueva York.
En cinco de esos estados, incluyendo Illinois y Nevada, las bajadas en la recaudación fueron más notables que la media. En Nevada, el estado más afectado, la recaudación cayó un 15%, consiguiendo que los ingresos totales de esta región cayeron, por culpa de ese decrecimiento, un 10%. Tampoco las loterías han escapado a la crisis. De las 20 loterías fomentadas y financiadas por el estado, 14 han bajado en ingresos con respecto al año anterior.
