Internacional

El expresidente alemán, acusado de aceptar sobornos

La corrupción no es patrimonio exclusivo del Mediterráneo. Los fiscales alemanes han acusado este viernes al expresidente del país, Christian Wulff, de haber aceptado sobornos a cambio de favores políticos. Esta información ha llegado a la ciudadanía un año después de que una investigación sobre corrupción le obligara a abandonar el puesto.

Wulff fue elegido como jefe de Estado en 2010 a propuesta de la canciller alemana, Angela Merkel, pero tuvo que presentar su dimisión 20 meses después, cuando los fiscales le apuntaron como sospechoso de haber obtenido privilegios indebidos, por lo que solicitaron que se le retirara la inmunidad que le confería su cargo de presidente, según ha informado Europa Press.

Los fiscales de la región de Baja Sajonia sospechan ahora que Wulff hizo ‘lobby’ a la compañía Siemens para favorecer la comercialización de la película John Rabe, después de que un productor de cine pagara al presidente alemán los gastos de su viaje al festival Oktoberfest de Munich en 2008.

El productor, David Groenwold, afronta los mismos cargos de corrupción y soborno por haber pagado facturas por importe de varios miles de euros de Wulff, según han informado los fiscales del caso en un comunicado. Los abogados del expresidente alemán han anunciado que publicarán un comunicado en las próximas horas.

La reputación de Wulff se desmoronó en su momento cuando, siendo presidente, el popular diario Bild -el más leído del país- le acusó de haber mentido al Parlamento sobre un crédito en condiciones muy ventajosas que le concedió un empresario amigo.

Wulff se disculpó posteriormente por haber amenazado al director del rotativo con iniciar una «guerra» si publicaba esa información. Desde entonces, las acusaciones sobre mejoras en las condiciones de vuelos, estancias hoteleras gratuitas y aceptación de regalos han minado su credibilidad.

De hecho, hasta los medios de comunicación han creado un nuevo término, el verbo «Wulff», que significa responder a una pregunta con evasivas pero sin llegar a mentir claramente. En caso de ser condenado, Wulff podría ser sentenciado a una pena de seis meses a cinco años de prisión, aunque lo más probable es que quede en libertad condicional.

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