TLC Europa-EE UU

Francia ‘permite’ a EEUU y la UE iniciar la negociación del Tratado de Libre Comercio

Francois Hollande, presidente de Francia

París ha dado su brazo a torcer. Aunqu no del todo. De momento, sí ha admitido que se inicien las negociaciones del Tratado de Libre Comercio que EEUU y Europa aspiran a firmar. Pero antes, sus socios de la UE han admitido dejar a las industrias culturales fuera de los primeros contactos.

Con esta fórmula de indefinido compromiso, adoptada tras doce horas de intensa negociación entre los ministros de Comercio de la UE que celebraron una reunión sobre este asunto en Luxemburgo, el Gobierno de Hollande, salva la cara, al mantener su posición de adalid incansable de la ‘excepción cultural’ que pretende evitar la destrucción de la cultura europea por parte de la poderosa maquinaria estadounidense del sector.

Pero, en realidad, se trata de una victoria pírrica y poco significativa porque la cuestión deberá volver a plantearse y París se encontrará de nuevo jugando la partida en solitario. O esa es, al menos, la opinión más extendida entre los comentaristas y columnistas que han ‘emitido’ su opinión sobre el asunto.

El problema de Francia es que para la mayoría de sus socios este pacto comercial con EEUU supone, o eso piensan los actuales gobernantes de estos países, una posibilidad de impulsar la alicaída economía del Viejo Continente cuyo devenir transcurre ahora en un periodo que podría confirmarse como la recesión más larga de su historia reciente.

La creencia está abonada además por la postura claramente favorable a un TLC integral de grandes países como Alemania y Reino Unido y de la propia Comisión Europea, donde además dan por descontado que EEUU no aceptará dejar fuera de la negociación el capítulo audiovisual porque está industria es, con toda probabilidad, la más poderosa del gran país norteamericano.

También parecen pesar en el ánimo de los países miembros de la UE, la aparición de informes en los que se asegura que Europa podría obtener un beneficio anual de 119.000 millones de euros, mientras que EEUU ‘sólo’ ganaría unos 95.000 millones.

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