Especial XXII Aniversario

Alemania volverá a ser gobernada por una gran coalición

Los 77 negociadores de los dos grandes partidos continúan negociando las líneas básicas del próximo Gobierno. Los socialdemócratas alemanes buscan repetir la jugada que llevaron a cabo en el 2005: formar una gran coalición con la actual canciller, Angela Merkel, para gobernar conjuntamente el país durante los próximos cuatro años. Las avanzadas negociaciones parecen avalar este resultado.

Desde que el pasado mes de septiembre se celebrasen las elecciones generales del país centroeuropeo, en donde la CDU de Merkel se alzó con la victoria al obtener el 41,5% de los votos pero al mismo tiempo se vio incapaz de formar gobierno por falta de una mayoría absoluta, las negociaciones han sido constantes. Primero a dos bandas, con el SPD (25,7%) y con Los Verdes (8,4%), y luego, finalmente, con el SPD.

Los 77 negociadores de los dos grandes partidos llevan varias semanas trazando las líneas básicas del próximo Gobierno. La confirmación del éxito de los esfuerzos ha tenido lugar con el nacimiento de un acuerdo para no aumentar los impuestos y mantener el plan para reducir la deuda pública. Alemania evitará, de este modo, contraer nueva deuda en 2015 por primera vez en cuatro décadas. Aunque todavía hay polémica sobre otros asuntos, como la de permitir la doble nacionalidad a los hijos de inmigrantes nacidos en Alemania o con respecto al salario mínimo, condición base del SPD.

Además, una pequeña victoria de los socialdemócratas ha sido la obtención del consentimiento de Merkel sobre un salario mínimo interprofesional en el país. A mediados de noviembre la canciller lo reconocía con desgana: “Vamos a decidir cosas que, teniendo en cuenta mi programa, no considero justas, entre ellas un salario mínimo generalizado”.

Los socialistas han estado en todo momento dispuestos a pactar con Merkel, pero a cambio siempre han exigido un precio político que impida a la canciller utilizarles única y exclusivamente como la llave para mantener su liderazgo.

El temor y la tensión que existen actualmente en las filas del SPD, según informan todos los análisis postelectorales consultados por este periódico, se explican por el hecho de que aceptar entrar en el Gobierno con tanta diferencia de votos respecto a la CDU implica asumir sin lugar a dudas un rol como socio menor parecido al que durante esta legislatura han ocupado los liberales del FDP, que han sido, en consecuencia, duramente castigados por los votantes hasta el punto de que no han logrado el 5% mínimo para estar presentes en el Bundestag.

Aunque no es raro que el SPD pacte una coalición con la CDU, desde que en el 2005 una parte del partido decidiese abandonar la formación –estos ‘exiliados’ formarían La Izquierda- por culpa de las políticas neoliberales de Gerhard Schröder, los líderes socialdemócratas miran con lupa el terreno que pisan. Y no es para menos, ya que por aquella época, y en tan sólo dos años, el SPD vio cómo el número de sus militantes se reducía cerca de la mitad; desde el millón de personas hasta las 600.000.

Más información