Finanzas

JP Morgan augura el fracaso de la nueva barra libre de liquidez de Draghi

Mario Draghi, presidente del BCE

Los analistas otorgan un 70% de probabilidades de que el BCE apruebe un nuevo LTRO vinculado a la concesión de préstamos a la economía real. La reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) es el gran foco de atención de los mercados de la semana, ya que los analistas esperan una batería de medidas por parte de los hombres de Draghi para alejar el fantasma de la deflación y dar un nuevo impulso a la economía. En concreto, se esperan tres actuaciones: una bajada de tipos de 15 puntos porcentuales en los tipos de interés; un tipo de depósitos negativo; y un nuevo LTRO (Long-term refinancing operations) similar a la financiación por esquema de préstamos del Banco de Inglaterra.

Sin embargo, estas medidas podrían no ser la solución a los problemas de la banca europea, según considera JP Morgan en un informe en el que se muestra crítico sobre todo con el nuevo ‘LTRO targeted’, al que otorgan unas probabilidades de entre el 60% y el 70% de ser aprobado, con una condicionalidad parecida a la que establecía el Banco de Inglaterra con el programa “Funding for Lending Scheme” (FLS) que se lanzó a mediados del 2012 y que pretendía que ese dinero fuera luego prestado a la economía real.

A finales del 2011 y principios del 2012 el BCE ya ofreció dos LTRO con vencimiento a tres años. La institución entonces presidida por Jean Claude Trichet ofrecía prestar una cantidad de dinero ilimitada bajo unos términos muy generosos contra el amplio abanico de colaterales que acepta (con cada correspondiente haircut). El problema es que no puso ninguna condicionalidad sobre lo que los bancos debían hacer con este dinero, y muchos bancos usaron esta liquidez para realizar ‘carry trades’ con bonos soberanos.

De momento se sabe poco sobre los detalles de la condicionalidad del nuevo “LTRO targeted”, aunque se especula con un vencimiento a cuatro años y a un tipo limitado al de referencia del BCE, manteniéndose ese nivel de interés incluso si la institución que preside Mario Draghi subiera tipos antes de ese vencimiento. El BCE fijaría un nivel mínimo de préstamo neto a pymes, y cobraría “multas” para los que no lo alcanzaran, para evitar que con ese dinero se siguiera invistiendo solo en el “carry trade” con bonos soberanos como quiere evitar el Bundesbank.

Si el límite del BCE fuera el 5% del dinero prestado a la economía real (como era inicialmente el FLS del BoE), se podría hablar de 500.000 millones de euros, señala JP Morgan, que considera, no obstante, que el problema es que no dejan de ser medidas de liquidez, “cuando el verdadero problema de los bancos es de capital (coste capital/riesgo)”.

El ideal para un banco de inversión sería un plan en el que el riesgo de crédito quedara en el BCE (como el plan del Banco Europeo de Inversiones). “Los bancos ya tienen toda la liquidez que quieran con el acceso a financiación ilimitada en el BCE”, señalan los expertos de JP Morgan, que recuerda que, “de hecho, están devolviendo la liquidez que pidieron en los dos LTROs primeros”.

Además, apuntan, el volumen de préstamo debería medirse de forma distinta según el país donde se está prestando, empezando por reducir los haircuts que el BCE aplica cuando los bancos llevan para pedir prestado colaterales de préstamos a pymes (que llegan a ser del 50%).

Por último, JP Morgan señala que el LTRO puede conseguir que se inyecte liquidez en el sistema y baje el EONIA gracias al exceso de liquidez, “pero en realidad no es el objetivo del BCE, que lo que necesita es que el mecanismo de transmisión funcione, y los bancos presten a la economía real y especialmente a las pymes”.

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