La matanza que provocaron ayer dos mujeres suicidas en el metro de Moscú, es, lógicamente, la noticia que abre las portadas y objeto de los editoriales principales. El País y El Mundo coinciden en considerar que las bombas iban dirigidas a “intentar humillar a Putin”, como titula Pedrojota, tesis que apoya el diario de Prisa al señalar que son universalmente conocidos los deseos de Putin de “recuperar la presidencia cuando termine el mandato de su sucesor Dmitri Medvédev” lo que “sugiere que las bombas atentaban también contra las pretensiones del mayor enemigo de la autodeterminación de Chechenia”, aunque El Mundo cree que “paradójicamente, estos hechos contribuirán a aumentar la popularidad de Putin”, al “que siempre le ha venido muy bien su imagen de hombre duro”.
Sea como sea, la prensa española advierte que el Gobierno ruso aplicará al pie de la letra lo de “guerra sin cuartel”, como hace notar Abc, y en el mismo sentido se pronuncia El Mundo que advierte que “en la comunidad internacional ya se teme una campaña de castigo desproporcionada sobre la población chechena”.
Cambiamos de tercio. Jaume Matas se dio de baja temporal en el PP y Rajoy le deseó suerte y que probara su inocencia, “si puede”, expresión que no entiende Pedrojota teniendo en cuenta, tal y como publica hoy El Mundo, que “la dirección nacional del PP siguió pagando un generoso sueldo a Matas a pesar de que el ex presidente de Baleares ya había dejado la política y trabajaba para una empresa privada en Estados Unidos”, en total 63.609 euros, entre 2007 y 2008, casi 5.000 euros al mes, por lo que, irónicamente, se deja caer en el editorial que “la decisión de desentenderse del futuro de Matas es reciente”.
Pero lo de Matas no es el único problema de los populares, ya que siguen apareciendo nuevos datos del ‘caso Gürtel’ que ahora salpican a la Comunidad de Madrid. El País se hace eco de la información de Público de que “Aguirre pagó 1,2 millones por una campaña inexistente” a una empresa vinculada con la trama Gürtel. Suma y sigue.
