La tensión que ha provocado el proceso a Garzón por investigar los crímenes del franquismo continúa en aumento y los detractores y defensores del juez siguen firmes en sus posiciones, mediáticamente hablando. Por eso no es de extrañar que los diarios conservadores hayan puesto el grito en el cielo por el acto convocado ayer por CCOO y UGT en apoyo del magistrado y en el que el ex fiscal Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo acusó al Tribunal Supremo de ser un “instrumento al servicio de la actual expresión del fascismo español”, o que El País pase por alto estas graves acusaciones del fiscal jubilado y se centre en la ofensiva que, a su juicio, han lanzado el Supremo y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) “para intentar frenar las duras y crecientes críticas nacionales e internacionales que reciben por el proceso abierto” contra Garzón, que es lo que cree está detrás de la nota del Poder Judicial contra Villarejo y de que el Supremo citara a periodistas extranjeros para rebatir las críticas.
Es precisamente esta última iniciativa, que califica de intento de “explicar lo inevitable” sobre la que pone la diana el diario de Prisa en su editorial. Califica la medida de “estrambótica” y hace notar que “que la Sala Segunda del Supremo tenga que recurrir a fórmulas tan esotéricas y extrañas a la jurisdicción como una reunión informativa sólo se explica si sus autos y decisiones sobre el juez Garzón son poco claros y plantean problemas de compresión a todos, a extranjeros y a españoles”.
En el otro bando, la prensa conservadora habla de acto ‘guerracivilista’, desvarío sindical y linchamiento al Supremo. Abc centra sus reproches en los organizadores del evento, los sindicatos, a los que pide se ocupen más de sus afiliados, es decir de la crisis y el paro, y dejen las actuaciones partidistas, mientras que La Razón y El Mundo, destacan la presencia de miembros del Gobierno y del PSOE, y Pedrojota exige a Zapatero que “corte de raíz la insumisión”.
