En la prensa casi no se habla de otra cosa que de la esperada sentencia del Estatut catalán que ayer por fin vio la luz tras una larga espera de cuatro años, concretamente de 1.429 días, que Público ha hecho las cuentas por nosotros. Algunos diarios como El País y El Mundo interpretan que la sentencia avala el texto por considerar conformes a la Carta Magna los artículos fundamentales, mientras que otros, como Abc o La Razón, hacen una lectura diferente, centrada en los recortes al texto, incluso hablan de “purga”, para tratar de demostrar que el PP tenía razón cuando interpuso el recurso, lo que el diario de Vocento aprovecha para presentar a Rajoy como al héroe que hizo lo que tenía que hacer: “defender y con éxito el interés nacional”.
En lo que si hay unanimidad en los rotativos es a la hora de destacar que el fallo judicial calentará los ánimos de los partidos catalanes y si no basta con ver la cara de circunstancias de Montilla en la portada de El País, proclamando su indignación y anunciando manifestaciones callejeras que, según le recuerda el de Prisa al presidente catalán, no son la mejor forma de enfrentarse a los aspectos desfavorables de la sentencia. A pesar de ello, El País reconoce que Montilla “se encuentra en la posición más difícil, obligado a mantener un equilibrio entre quienes consideran cerrada la vía autonomista, presentes tanto en su propio Gobierno como en la oposición, y sus compañeros del PSOE, que consideran perfectamente aceptable y viable el Estatuto salido del Constitucional”.
La excitación mediática es tal que El Mundo le dedica los dos editoriales. En uno se centra en el aspecto jurídico, que califica de “gran chapuza” de la que “España sale debilitada”; y en el segundo, habla de la respuesta política ya que no entiende reacciones que lo único que hacen es ofuscar a la opinión pública catalana, ni siquiera la del PP, al que recuerda que recurrió el Estatuto porque creía “inconstitucionales más de 120 artículos y el Alto Tribunal los ha dejado en una docena”.
