Lo primero es lo primero, el pase de la selección española de fútbol a la final de un Mundial, por primera vez en su historia, es la noticia estelar de unas portadas que rezuman euforia. El fútbol manda por lo que las fotos de los héroes de ‘La Roja’ y las informaciones del encuentro monopolizan de tal manera la prensa que en las primeras de Público y La Razón no se habla de otra cosa.
En el resto de diarios sí hay otras noticias en portada, que además coinciden: la liberación de presos en Cuba y las extrañas circunstancias que rodearon la detención de Ripoll, tras el comunicado del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) en el que el juez de Orihuela acusa a la Policía de detener al dirigente popular sin una orden suya.
La prensa conservadora está escandalizada. La Razón pide explicaciones por unas “contradicciones que sólo se pueden calificar como preocupantes” y concluye que existe una nueva ofensiva para desacreditar, deslegitimar y erosionar al PP valenciano, mientras que El Mundo va más allá y pide directamente la dimisión de Rubalcaba si no da explicaciones de lo sucedido, marcando la hoja de ruta al PP.
El País también está perplejo pero por otros motivos, como el hecho de que el Tribunal Superior valenciano atice “el victimismo del PP ante el Gobierno” y recuerda que dicho órgano judicial lo preside De la Rúa, amigo del presidente valenciano Francisco Camps. El diario de Prisa se queja de “el extraño comunicado” emitido por TSJCV, que “en sí mismo confuso además de inoportuno, sólo ha servido -quizá era ese su objetivo- para alimentar la ceremonia de la confusión pretendida por el PP”. También exige a la formación de Rajoy, que se preocupe de lo que se debe de preocupar: “que las prácticas corruptas en las instituciones que gobierna el PP en la Comunidad Valenciana no hacen distingos entre campistas y zaplanistas”, en lugar “de crear dudas sobre la actuación de la Policía Judicial”.
