Marta Domínguez, considerada una de las mejores atletas españolas de todos los tiempos, salta a las primeras de los diarios tras ser detenida acusada de suministrar sustancias prohibidas a otros deportistas. El suceso ha causado conmoción en la prensa que se echa las manos a la cabeza por la caída de un mito, aunque la explicación más peregrina a lo sucedido la encontramos en La Gaceta, el diario situado a la derecha más extrema de la prensa nacional, que pertenece al Grupo Intereconomía, que se pregunta si “¿no es demasiada casualidad que la detención se practique el mismo día que Zapatero comparece en el Congreso y que además de icono del deporte femenino, la detenida por la Guardia Civil de Rubalcaba sea militante del PP? ¿No es demasiada casualidad que justo ayer la Audiencia Nacional absolviera del delito de enaltecimiento del terrorismo a Arnaldo Otegui (…)? Otegi, para el resto.
Dejando a un lado los movimientos conspirativos que detecta el periódico que dirige Carlos Dávila, la maniobra de Mariano Rajoy para insultar a Blanco, al que llamó “inútil total con dosis de caradura”, parafraseando lo que, asegura, dijo Rubalcaba de un ministro de Aznar, también acapara líneas. La prensa más conservadora está encantada del golpe de efecto de líder del PP. Abc lo califica de “golpe al mentón de un Gobierno tocado” y La Razón no se rompe la cabeza “Rajoy sí controla”.
Otra idea sacó El País del debate en el Congreso que cree fue de “guante blanco”, ya que considera que Rajoy estaba “visiblemente dispuesto a no hacer sangre con un asunto en el que tiene una gran responsabilidad su propio partido, firmante en 1999 de ese convenio ‘de excepción’”.
Finalmente, y como se deduce de las quejas de La Gaceta, otro asunto que destaca en el ‘papel’ es la absolución de Otegi en el juicio en el que se debía dirimir si enalteció el terrorismo en el mitin de Anoeta, celebrado en 2004. Abc considera “jurídicamente endeble” el argumento de falta de pruebas que esgrime la Audiencia, por lo que espera que “la Fiscalía recurra con urgencia ante el Supremo”, mientras que El Mundo pone el acento en que haya sido la declaración de un etarra, una de las claves para absolver a Otegi. En fin, suspicacias, como siempre que no gusta una decisión judicial.
