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La ley catalana de Educación aparece hoy en las portadas de

La ley catalana de Educación aparece hoy en las portadas de todos los diarios conservadores -El Mundo y Abc incluso abren con este asunto-aunque El País no dedica ni una sola línea, ni en páginas interiores, a la aprobación de esta norma con la que Cataluña, según Pedrojota Ramírez, “consuma la secesión lingüística”.

Además, El Mundo editorializa sobre “una ley que aleja a Cataluña de España” con un artículo en el que denuncia que los promotores de la norma no sólo han ignorado la resolución del Supremo “sino que han desobedecido la obligatoriedad de las tres horas de enseñanza en castellano, establecidas por el Gobierno de la nación”. Cree Pedrojota que “el Ejecutivo de Zapatero debería ser coherente y recurrir no solamente este aspecto parcial de la ley sino prácticamente su totalidad” pero que “no lo va a hacer porque está preso del apoyo parlamentario de los diputados del PSC en el Congreso”.

El País, sin embargo, considera más relevante, y por eso abre con ello su primera, el hecho de que Alfredo Prada, que es miembro de la dirección nacional del PP, sea quien haya reactivado el caso del espionaje político en Madrid, y que haya solicitado a la juez que llame a declarar como imputados a ocho agentes de la Consejería de Interior de la Comunidad de Madrid y que les someta a pruebas periciales para saber si algunos de ellos redactaron los partes de seguimiento.

Otra cuestión que tiene un reflejo destacado en la prensa es el encuentro en La Moncloa entre José Luis Rodríguez Zapatero y Patxi López, en el que ambos proclamaron la “complicidad” de los ejecutivos central y vasco en la lucha contra ETA, una nueva era en la relación entre ambos ejecutivos que aplaude La Razón vía editorial.

Finalmente, El País pública un editorial muy crítico con las últimas medidas en materia energética del Gobierno. Denuncia que “la política de tarifas eléctricas no es útil para bajar el déficit ni ofrece un bono social atractivo” y concluye que “el balance no puede ser peor: ni liberalización ni ayuda social efectiva”.

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