La asociación de consumidores se queja de la “censura” de la red social, que ha clausurado el perfil de Rubén Sánchez tras denunciar un fraude telefónico. Facua ha anunciado hoy que está ultimando una denuncia contra Twitter por haber cerrado la cuenta de su portavoz. Tal y como explica la asociación de consumidores, la red social envió ayer mismo un mensaje a Rubén Sánchez en el que le avisaba de que se clausuraría su perfil por difundir información privada, cuando en realidad no hizo más que reproducir una denuncia de Facua sobre un fraude telefónico.
“Censura” y “atentado contra la libertad de expresión y de información”. Así define Facua lo que le ha ocurrido a su portavoz, quien este martes veía cómo su cuenta @RubenSanchezTW era cerrada por Twitter aludiendo a una clausula contra la revelación de información privada de un individuo.
Según indica Facua, que ha aprovechado la misma red social para lanzar el hashtag #censuraenTwitter para informar de lo ocurrido, llevarán a la multinacional americana ante las autoridades de protección al consumidor al incurrir en lo que consideran “cláusulas abusivas” por las que “se arroga la facultad de limitar derechos constitucionales borrando tuits o suspendiendo cuentas aunque su contenido contenga informaciones veraces que no vulneran legislación alguna”.
La organización explica que Sánchez recibió ayer por la noche el mensaje en el que se le informaba de que su cuenta había sido suspendida “por difundir información privada de un individuo” en un tuit del pasado 2 de agosto. En él, el portavoz adjuntaba una imagen de Facua que tanto la asociación como numerosos usuarios llevaban meses difundiendo en las redes para alertar de un fraude a través de un SMS enviado masivamente.
Explica la asociación de consumidores que el SMS instaba a llamar a una línea de alto coste, el teléfono de tarificación adicional 807 505 637, con el “falso reclamo” de que el receptor había sido elegido para recibir “un carro de la compra valorado en 1.000 euros completamente gratis”. Y señala que “la imagen de Facua incrustada en el tuit de Rubén Sánchez mostraba la línea desde la que se realizaba el spam, 677 10 28 78, que nunca estaba operativa y en la que saltaba un contestador”.
Además, Facua recuerda que ya había denunciado el fraude en cuestión a comienzos de junio ante las autoridades de consumo, telecomunicaciones y protección de datos.
Pese a ello, critica, la multinacional estadounidense argumenta en el correo remitido a su portavoz que “difundir información privada y confidencial de terceros es una violación de las Reglas de Twitter”, por lo que se procede a la cancelación de su cuenta. No obstante, la organización advierte de que la publicación de la línea telefónica a través de la cuál se estaba propiciando un fraude “no vulnera ninguna ley y se enmarca tanto en el derecho a la libertad de expresión como a la libertad de dar y recibir información veraz”.
Ante lo ocurrido, Facua ya ha anunciado que interpondrá “sendas denuncias contra Twitter en representación de Sánchez ante la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) y la Secretaría General de Consumo de la Junta de Andalucía, la comunidad donde reside el usuario afectado”, explicando que Twitter incluye “cláusulas abusivas por vincular el contrato a la voluntad del empresario”.
Asimismo, dice, también son abusivas las reglas que “limiten o priven al consumidor y usuario de los derechos reconocidos por normas dispositivas o imperativas”. Algo que Twitter hace, se queja Facua, mientras sigue sin establecer “protocolos de control con las autoridades ni con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado ante la existencia de numerosos perfiles desde los que se difunden contenidos pedófilos, homófobos, xenófobos o se hace apología del fascismo”.
