Mientras que FAEST aplaude su decisión de no implantar grados de tres años hasta el 2017, el Sindicato de Estudiantes denuncia que sólo se pretende “aplazar el desastre” dos años. División entre los estudiantes a cuenta de la respuesta que ha dado la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) al ‘Decreto 3+2’ aprobado por el Gobierno la pasada semana. Ayer mismo los rectores acordaron no implantar los grados de tres años hasta el curso 2017/2018, una medida que ha sido aplaudida por la Federación de Estudiantes Progresistas (FAEST). No obstante, el Sindicato de Estudiantes no ve con buenos ojos esta medida, ya que cree que sólo “aplazará el desastre” dos años.
En un comunicado, FAEST ha señalado que la de la CRUE es una decisión “acertada” y recuerda que los universitarios, los rectores y el Consejo de Estado ya “se había mostrado en desacuerdo” con esta medida.
El presidente de FAEST, Alejandro Delgado, considera que la comunidad educativa “es coherente y sigue pensando que no se puede improvisar una reforma”, y precisamente por eso “tanto rectores como estudiantes nos hemos plantado y hemos dicho que no se puede aceptar esta reforma”.
Delgado remarca que a pesar de lo que diga el ministro Wert, “esta reforma es una medida más que quiere encarecer y devaluar nuestro sistema educativo como todas las medidas que viene tomando el Gobierno central desde que llegó a la Moncloa”, y critica que el titular de Educación sólo busque “enfrentarse a la comunidad educativa en vez de dialogar”.
Es por ello que FAEST avisa a Wert de que “sin duda alguna nos encontrará enfrente y no nos quedaremos inmóviles cuando una vez más intentan quitarnos derechos para favorecer a una élite”.
Actitud escandalosa
Aunque desde el Sindicato de Estudiantes no piensan lo mismo. La secretaria general de esta organización, Ana García, ha dicho hoy en una rueda de prensa en la que ha anunciado la fecha de la huelga que han convocado contra el ‘Decreto 3+2’ que la actitud de los rectores le parece “escandalosa”.
En su opinión, estamos ante una “trampa dictada por Wert para hacer ver que esto no es tan grave”. “Se trata de una maniobra con la que sólo se va a aplazar el desastre dos años” y con la que se quiere hacer ver que esta medida no tendrá unas consecuencias tan graves, cuando la realidad es que “va a afectar a todos los estudiantes”, ha dicho García.
“Es escandaloso que los rectores usen este argumento cuando son conscientes del sufrimiento de las familias para pagar las tasas y cuando se han echado en los últimos años a más de 45.000 estudiantes” de las universidades. Es por ello que en esta organización creen que la CRUE está “dando un respiro” al Ministerio de Educación y que está actuando como “cómplice” de Wert cuando lo que tendría que hacer es “exigir la retirada” de esta norma y “llamar a la movilización y a la huelga”.
