El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, quiere evitar que Cataluña ‘haga caja’ con el turismo de la provincia y defiende a ultranza las partidas presupuestaria al parque temático ‘Mundo Ilusión’. Así, los turistas no tendrían que hacer los 80 kilómetros que separan Castellón de Port Aventura.
A principios de semana, el líder del PP de Castellón sorprendía a todos con su defensa a ultranza de las partidas presupuestarias de la Generalitat valenciana al parque temático ‘Mundo Ilusión’ de la región, posición que esconde presiones de empresarios de la provincia. Según han asegurado a EL BOLETIN, observadores de la región, “los propietarios de Marina d’Or están presionando a Fabra para que el parque temático comience su construcción”. Y es que, “a sólo 80 kilómetros de esta ‘Ciudad de vacaciones’ se encuentra uno de los más reconocidos parques de atracciones de España como es Port Aventura”.
Si ‘Mundo Ilusión’ fuera una realidad, de lo que dependen las partidas presupuestarias de la Generalitat valenciana, todos los visitantes de Marina d’Or, más de 5.000 sólo en el pasado mes de agosto, dejarían de llenar la caja de Cataluña para hacer lo propio con la de Castellón. beneficios que tanto el popular como los propietarios de esta empresa no dejarían escapar ya que serían vitales para ambos ante la delicada situación de las cuentas de las diputaciones y de los balances empresariales.
El proyecto ‘Mundo Ilusión’ se encuentra tan cerca de la ‘Ciudad de vacaciones’ que, según comunicó la propia empresa en el 2008, la sección Marina d’Or Golf adelantó la cesión de los 800.000 metros cuadrados que ocupará el parque temático. Este centro de ocio todavía no cuenta ni con los cimientos, según estas fuentes de la región, pero Francisco Camps quería ponerlo en la nevera el próximo año y no destinar ni un solo euro a su construcción.
Esta decisión no gustó nada a Fabra, ni al mencionado grupo urbanístico, por lo que el líder castellonense saltó y amenazó con un “enfrentamiento personal” si no hay ni un euro. Amenaza que dio sus frutos y la Generalitat ha abierto sus cuentas a una partida para el parque.
