El consejero de Turismo del Gobierno balear, de Unió Mallorquina (UM), Miquel Nadal, ha presentado su dimisión por la “persecución” a la que asegura está siendo sometido desde que fue imputado por corrupción. Nadal ha negado de forma rotunda haberse apropiado indebidamente de fondos públicos y aseguró que se está causando un “grave daño” a su familia. No obstante, Nadal mantendrá su cargo como concejal en el Ayuntamiento de Palma.
Lo cierto es que la dimisión de Nadal abre una profunda crisis en el Gobierno del socialista Francesc Antich y ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que el PSOE rompa su pacto de Gobierno con UM, cuyos máximos dirigentes han sido imputados: además de Nadal, la presidenta del Parlamento, María Antonia Munar, el presidente del partido, Miquel Àngel Flaquer, el consejero de Medio Ambiente, Miquel Àngel Grimalt y el diputado balear Tomeu Vicens. Si esta situación se produjera, los socialistas gobernarían en minoría con el Bloc (PSM-IU-Verds-Esquerra).