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Bono se opone a la eliminación masiva de los crucifijos en las escuelas

El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, se ha opuesto hoy a la eliminación masiva de crucifijos en las escuelas tal y como se incluía en la proposición no de ley aprobada en la Comisión de Educación con el apoyo del PSOE y de ERC. Bono, en sendas entrevistas esta mañana en la Cope y en la SER, afirmó que lo “más prudente” sería debatir la eliminación de este símbolo religioso “caso a caso” ya que “plantearlo con carácter general podría responder a un planteamiento no prudente”.

Según ha asegurado Bono, su experiencia como presidente de una comunidad, la de Castilla-La Mancha, le hace asegurar que, hoy en día, existen “muy pocos colegios públicos “que tengan el crucifijo” ya que “entre la dotación de material para los nuevos colegios hay mesas, sillas, pero ya no figura el crucifijo con carácter muy generalizado”. A pesar de esto, el socialista ha defendido la necesidad de “escuchar y atender” a la persona que le moleste el crucifijo en las aulas de una escuela pública. Situación que habría que atender, pero que no es normal, ya que, según Bono, “la inmensa mayoría de los españoles no se encuentra molesta porque nuestra tradición cultural se manifiesta de uno u otro modo”.

Tras su opinión, el presidente del Congreso ha querido restar polémica a este asunto y ha echado un capote a José Luis Rodríguez Zapatero al afirmar que se alegró mucho al “escuchar al presidente del gobierno que no estaba en la agenda del Gobierno retirar crucifijos”.

Las continuas preguntas que debe responder Bono ante las decisiones del Ejecutivo en materia religiosa provocan que para el presidente de la Cámara sea “a veces muy complicado” compatibilizar “ser socialista y ser cristiano”. Unión que se debe mantener, ya que, ha asegurado en tono irónico que “si fuera incompatible ser cristiano y socialista al partido socialista no le votaba ni Dios” y ha destacado que “entre los votantes socialistas hay millones de cristianos”.
La posición de Bono en contra de la desaparición de crucifijos no ha sido compartida por uno de sus antecesores al frente del Congreso de los Diputados. Así, Gregorio Peces-Barba ha señalado que “no debe haber crucifijos en los centros públicos, porque son de todos”.

A las voces que hoy han querido dar su punto de vista sobre este asunto habrá que esperar a las vigilias que, en honor de la Inmaculada Concepción, se celebren esta noche. El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Rouco Varela, presidirá hoy en la Catedral de la Almudena una de esas vigilias y el presidente de la Asociación Católica de Propagandistas y de la Fundación Universitaria San Pablo-CEU, Alfredo Dagnino, hará lo propio en otra que tendrá lugar en la capital. Oradores ambos muy dados a las declaraciones públicas.

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