Elecciones en Cataluña

Artur Mas, en manos de la CUP para gobernar

Artur Mas, presidente de la Generalitat de Cataluña

El resultado de Junts pel Sí (62 escaños) aboca a Mas a tener que recurrir a la CUP -un partido antisistema en sus antípodas políticas y económicas- y a sus 10 diputados para repetir al frente de la Generalitat. La CUP es, junto a Ciudadanos, uno de los grandes triunfadores de las elecciones de este domingo en Cataluña. Sus 10 escaños convierten a esta formación en clave para que Artur Mas siga al frente de la Generalitat. Y es que, la lista de Junts pel Sí que este último abanderaba se ha quedado a seis diputados de la mayoría absoluta.

Un resultado que obliga a Mas a necesitar a la CUP, que no es precisamente una formación ‘amiga’. Si dentro de Junts pel Sí, Convergencia es un partido de centro derecha, cuyos valores económicos y políticos distan mucho de los que defiende ERC, la diferencia es más patente si se mide con la CUP, una fuerza antisistema que rechaza la permanencia en la Unión Europea y defiende el impago de la deuda.

Las relaciones entre la Generalitat y este partido han sido de todo menos cordiales estos últimos años. De ahí que muchos adviertan de que el acuerdo no será tan fácil. Y es que, la Candidatura de Unidad Popular de Antonio Baños ha mostrado durante toda la campaña sus recelos a investir a Mas.

Entre los motivos, la corrupción que ha salpicado a Convergència en los últimos meses y las políticas de recortes llevados a cabo por la Generalitat de Cataluña.

Hasta ahora han asegurado, por un lado, que no votarán a favor del expresidente, aunque de ellos dependa la mayoría absoluta de los independentistas. Consideran a Oriol Junqueras —líder de ERC— o a Raül Romeva más apropiados para ese puesto. Por otro lado, han aclarado más de una vez que sólo la mayoría de escaños y votos daría legitimidad total al proceso secesionista unilateral.

Con la aritmética parlamentaria, al menos un diputado de la CUP debería de votar a favor de Mas para que sea investido con mayoría simple. Eso sí, en segunda vuelta.

De lograr Mas el apoyo de la CUP para gobernar, algo que no está nada claro, su respaldo tendrá un ‘coste’ muy alto. El presidente de la Generalitat en funciones se vería obligado a escuchar atentamente a la formación de Baños antes de querer sacar cualquier iniciativa.

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