Los ultracatólicos recogen firmas para que retire la Ley de Protección contra la Discriminación por Orientación Sexual y la Ley de Identidad de Género. Hazte Oír continúa con su estrategia de ‘acoso y derribo’ a Cristina Cifuentes. Ahora, esta asociación ultracatólica critica duramente la Ley de Protección contra la Discriminación por Orientación Sexual y la Ley de Identidad de Género que pretende aprobar la Comunidad de Madrid, y acusa a la presidenta, ni más ni menos, que de querer “transexualizar a los niños”.
El colectivo que preside Ignacio Arsuaga considera que estas dos leyes son “dos regalos para el lobby gay’ por lo que ha iniciado una recogida de firmas y ha comenzado a enviar mails a sus simpatizantes para que participen en esta campaña en la que exigen la retirada de ambos anteproyectos, con los que se declaran radicalmente en contra. Unos correos -firmados por Arsuaga- en los que se arenga a sus seguidores: “¿Vas a permitir que usen tus impuestos para ideologizar a los niños y convencerles de que lo normal y lo bueno es cambiar de sexo?”
Hazte Oír argumenta que el Gobierno de Cifuentes quiere “proporcionar servicios de transexualización a menores” e imponer la ideología de género en los centros educativos públicos y privados y aseguran también, que quiere multar con hasta 45.000 euros por opinar de manera crítica sobre los grupos de presión gay”, que es cómo interpretan los ultracatólicos el régimen sancionador contra los derechos de las personas transexuales, intersexuales y transgénero que contemplan dichas normas y que fija multas de hasta 45.000 euros para las infracciones muy graves.
Suma y sigue
Que Cifuentes no ‘es santo de la devoción de esta asociación ultracatólica, es algo conocido ya que ésta no es la primera estrategia colectiva que realizan en su contra por considerarla “defensora del aborto” al haber manifestado públicamente su apoyo a la ley de plazos actual que aprobó el gobierno de José Luis Zapatero.
Antes de las elecciones municipales impulsaron la campaña #YoRompoConCifuentes, en la que con carteles y autobús incluido pedían que no se votara a la candidata del PP a la Comunidad de Madrid. La campaña con el lema “Si votas a Cifuentes, votas aborto” fue rápidamente recurrida por el PP y prohibida por la Junta Electoral de Madrid.
