En una sesión marcada por una serie de despropósitos, el pleno del Congreso ha aprobado definitivamente a la reforma de la Ley Orgánica de Financiación Autonómica con el rechazo del PP, UPyD y BNG y la abstención de IU. Los diputados de CiU, que anunciaron su voto en contra, y PNV, que adelantó su abstención, se equivocaron y respaldaron el texto.
Pero la insólita votación vino precedida por otras situaciones casi cómicas. Así, poco después de las 10 de la mañana, el presidente de la Cámara, José Bono, anunciaba el inicio de la votación y el cierre de puertas para proceder al mismo. En ese momento en los pasillos de la Cámara se sucedían las prisas de algunos diputados que habían quedado atrapados en un ascensor del Congreso y que no llegaron a tiempo para el debate.
Bono, informado sobre el suceso, permitió, de manera insólita, el acceso de los parlamentarios ausentes para que pudieran emitir su voto. De esta manera, se procedió a votar la nueva ley con el resultado de 180 votos a favor, 150 en contra y siete abstenciones.
Una votación que fue repetida tras haber advertido Bono que no se habían votado las enmiendas incluidas por el Senado. El segudno resultado deparó la última sorpresa: la equivocación de los diputados de CiU y de PNV.
El Congreso de los Diputados también ha aprobado, esta vez sin sorpresas, el proyecto de Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, con el respaldo de 184 de los 350 diputados de la cámara, que ahora será enviado al Senado. El texto fue apoyado por el PSOE, PNV, ERC-IU-ICV, BNG y Na-Bai y dos de los 10 diputados de CiU, grupo que tiene libertad de voto.
