Algunos barones regionales del PSOE han comenzado a mostrar abiertamente su malestar con algunas decisiones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente de Castilla La Mancha, José María Barreda, fue el primero; le siguió el dirigente catalán, José Montilla. El último en sumarse ha sido el líder madrileño Tomás Gómez.
El secretario general del PSM, Tomás Gómez, ha sido el último en mostrar abiertamente sus crítica a una decisión del Gobierno. En este caso, aseguró estar decepcionado por la decisión del Ministerio de Sanidad, que dirige Trinidad Jiménez, de no recurrir en los tribunales la Ley de Área Única madrileña, una norma que para Gómez supone un “auténtico dislate”. Sin embargo, no es la primera vez que el líder de los socialistas madrileños censura la actitud del Gobierno de Zapatero.
Hace pocas semanas, cuando Ferraz intentaba zanjar por completo el debate sobre la sucesión de Zapatero, Gómez instaba al jefe del Ejecutivo a decir cuanto antes y de manera clara si se presentará a la reelección. Unas declaraciones compartidas por el lehendakari vasco, Patxi López. Pocos días después, cuando el tema de la sucesión, para tranquilidad del PSOE, perdía fuerza, el presidente de Castilla La Mancha, abría un nuevo frente al instar a Zapatero a remodelar el Gobierno para demostrar que está implicado en la salida de la crisis económica.
Unas palabras que no sentaron bien ni al presidente ni a la cúpula socialista. Barreda no sólo no se retractó sino que reclamó al Ejecutivo seriedad y valentía. A pesar de que en aquel momento, el presidente catalán, José Montilla, criticó a Barreda por hablar de remodelación, lo cierto es que el dirigente del PSC sí comentó respecto a la gestión de la crisis por parte del Gobierno, que Zapatero era demasiado optimista cuando afirma que ahora estamos mejor que hace seis meses.
Esta leve crítica al presidente del Gobierno podría ser consecuencia de la ‘batalla’ interna a la que Montilla se enfrenta en el PSC. En algunos círculos políticos se comenta que Zapatero podría estar promoviendo un movimiento interno de desgaste de Montilla para colocar en su lugar a Carme Chacón.
El objetivo sería colocar a la ministra de Defensa como ‘número dos’ del PSC en las elecciones autonómicas de otoño para que, ante una previsible derrota de los socialistas, Chacón se haga cargo del partido. Precisamente hoy, el secretario general de UDC, Josep María Pelegrí, acusó a Chacón de ser el “brazo armado” del presidente del Gobierno para acabar con el PSC.
En Cataluña continúan las aguas revueltas. Las palabras del consejero de Educación, Ernest Maragall, asegurando que el Tripartito está agotado, continúan dando que hablar y sumando adeptos. Después de que su compañero de Economía, Antoni Castells, reconociera estar de acuerdo, hoy el diputado del PSC Manel Mas, se mostró a favor de que los políticos digan abiertamente lo que piensan, como hizo Maragall.
