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Vuelven las tensiones entre los barones del PP y el ‘aznarismo’

La cercanía de las elecciones autonómicas y municipales ha elevado la tensión entre los ‘barones’ del PP y el sector ‘aznarista’. En un momento en el que la mayoría de los dirigentes regionales apuestan por un pacto anticrisis, el entorno del ex presidente radicaliza sus declaraciones.

En otoño se celebran elecciones autonómicas en Cataluña. En 2011, además de las municipales también se convocarán comicios en el resto de comunidades, excepto en el País Vasco, Galicia y Andalucía. Por este motivo, los líderes regionales están reclamando a Génova un discurso moderado que no movilice a los votantes de la izquierda y facilite un pacto con el Gobierno.

Sin embargo, esta estrategia es opuesta a las duras declaraciones de algunos miembros destacados del PP, especialmente de Madrid. Por ejemplo, de Esperanza Aguirre que ha mostrado su rechazo a un pacto anticrisis entre PP y PSOE con su irónica propuesta de colocar a los populares al frente de los ministerios de Economía y Trabajo.

Una muestra de la inquietud que está generando algunas salidas de tono es el mensaje que el pasado lunes lanzó la dirigente del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, ante el Comité Ejecutivo de su partido: hay que apostar por la prudencia y la moderación. No en vano, la postura radical del PP en las pasadas elecciones catalanas costó y mucho a los populares.

Otra muestra de radicalismo la ha protagonizado hoy el diputado por Palencia, Ignacio Cosidó, quien, durante la sesión de control al Gobierno aseveró que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue nombrado en 2006 “en connivencia con ETA”, poco después de que la banda declarara la tregua. “Eso es lo que dice la banda a través de unas escuchas conocidas esta semana”, aseguró Cosidó. Rubalcaba contestó que cuando llegó al Ministerio tenía como objetivo que ETA no aprovechase el alto el fuego para rearmarse, algo que sí hizo la banda durante el proceso de 1998.

Precisamente la gestión de la lucha antiterrorista por parte de Rubalcaba al frente de Interior ha sido muy elogiada por varios dirigentes populares. Tampoco contribuye mucho el gesto que el propio ex presidente del Gobierno José María Aznar, dedicó hace unos días a un grupo de manifestantes en la Universidad de Oviedo. Ni sus duras declaraciones contra Zapatero.

La división en el PP también se puede detectar entre sus votantes. Esta misma mañana, eran muchos los oyentes de la COPE, que reconocían ser votantes del PP, que llamaron a la cadena de los obispos para reclamar a Rajoy que les saque a la calle para protestar contra la gestión del Gobierno. Una estrategia que en la primera legislatura de Zapatero no dio buenos frutos a los populares y que incluso forzó el cambio de nombres en el equipo del presidente del principal partido de la oposición.

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