Tras una semana en la que el PP se ha limitado a defenderse de las revelaciones surgidas del ‘caso Gürtel’, hoy los populares han decidido pasar al ataque. El primero en sufrir los envites del PP ha sido el presidente del Congreso.
En los últimos días José Bono ha visto como en las primeras páginas de diarios conservadores se ponía en entredicho su patrimonio. Un chalé para su hijo valorado en casi un millón de euros, varios áticos en Estepona…, listado de bienes al que se unían dudas en torno a su compra al recordar su currículum laboral.
Una vez tomada buena cuenta de estas informaciones, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha iniciado una ‘cacería’ contra el ex ministro de Defensa. “Porque todos los españoles tenemos que ser iguales ante la ley”, ha recordado la popular, Bono tiene que “explicar” estas informaciones. Incluso, Cospedal ha pedido la actuación judicial al asegurar que en “casos similares” la Fiscalía ha actuado.
La popular ha contado con la complicidad de Esperanza Aguirre que ha recomendado a Bono acudir a un notario con su declaración de bienes. La presidenta madrileña ha recordado que de ella también se dudó de su patrimonio. Sospechas ante las que, por recomendación de Javier Arenas, fue “al notario con la declaración de bienes que había hecho para el primer año que fue elegida para el Ayuntamiento de Madrid, en 1983”. Visita que repitió en 2003 y con la que se demostró que “no sólo no había aumentado -su patrimonio-, sino que había disminuido ligeramente”.
El consejo de Aguirre trae al recuerdo la polémica que ella y Bono protagonizaron a raíz de la construcción de una estación de AVE en Yebes (Guadalajara) en las cercanías de los terrenos de la familia de Aguirre. Bono, que era presidente de Castilla-La Mancha cuando se aprobó el proyecto, no hizo ‘sangre’ con Aguirre. Sin embargo, ahora la popular sí ha decidido tomar partido.
Una vez que Cospedal ha lanzado el dardo hacia la primera ‘diana’ de sus ataques, se ha fijado en el siguiente objetivo: José Blanco. Tras rebuscar en los 55.000 folios del sumario del ‘caso Gürtel’, los populares han utilizado los presuntos negocios de empresas de la trama con La Moncloa para atacar a uno de los valores más en alza del Gobierno y del PSOE. Cospedal ha anunciado que su partido preguntará en el Congreso al ministro de Fomento sobre las grabaciones en las que el presidente de la empresa Teconsa, vinculada en el Gürtel, asegura que ha conseguido adjudicaciones millonarias gracias a sus contactos con personas del entorno de Moncloa.
Como no hay dos sin tres, Cospedal ha lanzado su último dardo hacia el Ministerio del Interior de Alfredo Pérez Rubalcaba.
La ‘número dos’ del PP ha suscrito la denuncia de Francisco Álvarez Cascos por “manipulación” de pruebas de policías en esta trama empresarial. Acusación a la que se han unido otros cargos del PP como Jaime Mayor Oreja o Esperanza Aguirre. Rubalcaba ha contestado a estas críticas al asegurar que “tratan de defender a sus repugnantes” implicados “atacando a la Policía, a los jueces y fiscales”.
La situación de Luis Bárcenas también ha protagonizado las palabras de Cospedal que ha insistido en que “sólo está imputado, no condenado” ya que el proceso judicial “sigue abierto”. Junto al senador, la popular ha tenido que referirse al puesto como asesor en Génova del ex alcalde de Pozuelo e implicado en el Gürtel, Jesús Sepúlveda. “Es un funcionario y trabaja con nosotros porque pidió una excedencia y le teníamos que reservar su puesto de trabajo”.
