José Montilla ha conseguido enfriar la ‘rebelión’ del nacionalismo catalán para defender el Estatut al evitar que el debate sobre la renovación del Constitucional llegue al Congreso. Una situación que evidenciaría las divisiones entre los diputados del PSOE y los del PSC. Así, el presidente de la Generalitat de Cataluña ha limitado el acuerdo con CiU para exigir la renovación del tribunal al Senado, donde el PSC no está integrado en el Grupo Socialista, sino en la ‘Entesa Catalana de Progrés’.
El presidente catalán, José Montilla, ha cerrado un pacto con el líder del CiU, Artur Mas, para constituir un frente que reclame la renovación del Constitucional en el Senado. Finalmente ha quedado fuera del pacto llevar el debate al Congreso, lo que podría llevar a los diputados del PSC a romper la disciplina de partido. No obstante, el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, ha asegurado que los votantes de su partido pueden estar tranquilos porque el grupo es disciplinado y sólido y se atendrá a la disciplina de voto.
El acuerdo entre Montilla y Mas contempla además una resolución que debatirá mañana el Parlament y en el que se incluyen cuatro puntos. El primero de ellos defiende la plena constitucionalidad del texto catalán, el segundo reclama a las Cortes la renovación del Constitucional. El tercero insta al tribunal que preside María Emilia Casas a declararse no competente para pronunciarse sobre el Estatut, una condición exigida por CiU para cerrar el acuerdo. Por último, la resolución solicita la reforma de la Ley Orgánica del Constitucional para impedir la permanencia de magistrados cuyo mandato haya caducado.
A cambio de aceptar el tercer punto, reclamado por CiU, el PSC ha conseguido que se limite el debate al Senado, donde forma grupo con ICV-EUiA y ERC. No obstante, la resolución señala la posibilidad de que más adelante se lleve a “otras cámaras”.
La idea de constituir un frente catalán en Madrid, sin embargo, no está clara. ERC ha adelantado que no se une al acuerdo cerrado entre Montilla a Mas por “coherencia”. En este sentido, los republicanos explican que ellos no pueden apoyar un acuerdo en defensa de un Estatut contra el que votaron en 2006. No obstante, votarán a favor de la resolución en el Parlament para mandar un mensaje de unidad a Madrid.
Mas ha calificado la postura de ERC de “inaceptable” e “impresentable” y ha reclamado a Montilla que llame al orden a su socio de Gobierno para evitar divisiones en el frente catalán. Además, recordó a los republicanos que como parte del Gobierno, están desarrollando el Estatut, aunque votaran en contra.
Los sindicatos también se han pronunciado al respecto. Las direcciones regionales de CCOO y UGT han animado a los cuidadanos a unirse a las manifestaciones del Primero de Mayo para mostrar también su apoyo al texto autonómico.
Montilla ha adelantado el acuerdo con CiU al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en una conversación telefónica. Además, prevé mantener próximamente una reunión con el presidente del PP, Mariano Rajoy, para abordar el recurso que el principal partido de la oposición presentó contra el Estatut. La líder del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, ha acusado a Montilla de “dañar el prestigio” del TC.
Respecto a las declaraciones de ayer de María Emilia Casas en las que pidió respeto al TC tras la «intolerable campaña de desprestigio» al que está siendo sometido, Montilla señaló que la institución «debería ayudar a que se le respetase».
