El proceso de fusión entre Bancaja y Caja Madrid es un nuevo golpe para el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, después de que la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) haya optado por Caja Murcia y Cajastur. No sólo convierte a Valencia en la única comunidad sin caja sino que confirma su pérdida de poder político.
Estos movimientos en el sector financiero vienen en el momento de más debilidad de Camps ante la dirección nacional del PP. Nadie se atreve a aparecer junto a él en un acto o en mitin del partido, ya que se encuentra políticamente muerto. La reapertura del ‘caso de los trajes’ por el Supremo en el que él está imputado, así como sus desafíos ante Génova hacen que sea persona ‘non grata’ en la cúpula del PP hasta tal punto que en la agenda de la dirección nacional del PP no se prevé confirmar su candidatura para las elecciones de 2011.
La unión iniciada ayer entre Caja Madrid y Bancaja no sólo ha provocado un nuevo golpe para el líder valenciano, sino que también hace que ‘sus’ cajas en manos de dos de sus compañeros de partido: Esperanza Aguirre y Ramón Luis Valcárcel. La presidenta madrileña ve cómo el presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, consigue que la nueva entidad tenga el centro de actuaciones en Madrid, Será en la capital del Estado dónde el resultado de esta SIP tenga su sede bancaria -la ‘pura’ actividad de la caja- y Valencia se limite a la sede social.
Misma situación pasa con la CAM que en su fusión con Cajastur y Caja Murcia y queda relegada a un segundo plano. Cajastur abanderará la entidad resultante, Caja Murcia tendrá protagonismo. De la CAM, nada se sabe.
Lejos quedan los tiempos en los que Camps hacía bandera del peso y el poder con el que contaban ‘sus’ cajas. Ahora, el popular ya no puede utilizar ante los votantes a la CAM y a Bancaja como ejemplo de su buena gestión y del crecimiento económico que caracterizaba a la comunidad. Situación de la que se han dado cuenta sus rivales políticos que no han querido desaprovechar el día después de la unión Bancaja-Caja Madrid.
El secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, ha señalado que “el legado y la herencia de Camps a los valencianos va a hacer que seamos la única comunidad de las grandes que no tenga una caja propia y estrictamente valenciana”. Orfandad que no se hubiera producido con un Gobierno “fuerte, con liderazgo y reputación”, que no hubiera permitido sido la situación actual de las cajas valencianas.
