El ex presidente del Gobierno, Felipe González, ha pedido explicaciones a Alemania sobre el uso y la cuantía de las ayudas públicas que han recibido bancos teutones. «Alemania ha dado 430.000 millones de euros a sus bancos y todavía no se ha dicho nada» y esto es algo que «hay que explicar», ha destacado el responsable del Grupo de Reflexión sobre el Futuro de la UE, ante una sala llena de público.
Muchos han sido los que han querido escuchar las palabras del que fuera presidente español durante tres mandatos. Esto ha provocado que la sala del Círculo de Bellas Artes elegida por la Fundación Alternativas para este evento se quedara pequeña y muchos periodistas, e incluso invitados, se amontonaran de pie en las esquinas y en las escaleras.
González no sólo se ha referido a los bancos en Alemania, sino también ha tenido palabras para la situación de las entidades en España. El ex jefe del Ejecutivo ha calificado como «la mejor jugada» la publicación de las pruebas de solvencia de los bancos cuya ‘paternidad’ es del Banco de España y que José Luis Rodríguez Zapatero calificó ayer como éxito de la Presidencia de turno de la UE.
Unos elogios que han escaseado en su discurso y que han dado paso de nuevo a críticas en torno a las ayudas concedidas, tanto por Alemania como por España y el resto de miembros de la Unión, a estas entidades. González ha insistido en este asunto y ha destacado que se les han dado «ayudas públicas masivas y un paraguas institucional para que los juzgados no las recurran».
El responsable del Grupo de Reflexión ha hecho un balance a los problemas que asolan Europa y que pueden poner en peligro a la Unión. El principal asunto a tratar para González es la situación de los mercados financieros a los que ha calificado como «casinos». El presidente del Gobierno ha exigido a la UE regular estos ‘casinos’ financieros ya que no es posible que un sector con un papel tan relevante en la «implosión» de la crisis y al que se le han concedido ayudas públicas siga con sus operaciones sin ningún tipo de control.
«El futuro de la UE» depende de medidas como una mayor supervisión a los mercados, ha asegurado González, ya que a pesar de que el G-20 es un «buen instrumento» para ello, Europa no puede excusarse y «no hacer su propio marco regulatorio, así como revisar su cumplimiento». «¿Es que Goldman Sachs nos va a sacar o solucionar la crisis? Si son los que no la destaparon», ha insistido. Las declaraciones del ex presidente se han producido en la presentación del libro ‘La UE antes los grandes retos del siglo XXI’ editado por la Fundación Alternativas y en el que participa Nicolás Sartoruis o Carlos Westendorp, entre otros.
A pesar de que para González el fin de la barra libre en las actuaciones de los mercados financieros puede decidir el futuro de la UE, también tiene importancia la necesidad de introducir «elementos de gobernanza económica» centrados en la coordinación entre los países miembros en su economía, algo que no existe a pesar de ser uno de los objetivos del acuerdo del Tratado de Lisboa de principios del siglo XXI. Asimismo, el ex presidente ha pedido el mantenimiento de políticas activas en el seno de la UE para los países que sí tienen margen de maniobra en sus cuentas.
Entre ellos ha destacado a Alemania que, «debería haber liderado estas políticas» en vez de priorizar en otros asuntos. Ante esta falta de iniciativa, González ha propuesto que el «Fondo Europe de Inversión se financien proyectos públicos-privados».
El toque de humor en este acto ha llegado cuando el propio González, respecto a la reforma laboral y a los problemas por el aumento de personas mayores de 65 años que se augura a partir de 2020, ha asegurado que a él «no le da la gana parar -de trabajar-, ¿quién me va a obligar a dejarlo?», se ha preguntado para terminar pidiendo que se «deje a los viejos seguir trabajando si quieren». Algo que provocó risas e incluso aplausos entre la multitud congregada.
