CCOO y UGT han decidido recurrir a veteranos sindicalistas como Nicolás Redondo para calentar la huelga general. El ex secretario general de UGT junto a otros veteranos representantes sindicales como Antón Saracíbar (UGT) o Julián Ariza y Eduardo Saborido (CCOO) han pedido en una rueda de prensa que los trabajadores secunden la huelga general ante las medidas “antisociales” del Gobierno. Redondo ‘abanderó’ la huelga general de 1988 contra la gestión económica del Gobierno de Felipe González que supuso la ruptura en la ‘amistad’ entre UGT y PSOE.
Hasta 14 ex dirigentes sindicales protagonistas de las huelgas generales de los años 80 y 90 han suscrito el manifiesto que ha explicado Nicolás Redondo. Este texto de una iniciativa autónoma con la que estos sindicalistas han querido apoyar la huelga general y defender a los sindicatos de los ataques que están recibiendo de partidos de la derecha y medios de comunicación cercanos por la convocatoria de este paro.
Mientras que este llamamiento se producía, el ministro de Fomento, José Blanco, se mostraba optimista sobre las reuniones que han retomado esta mañana representantes de su departamento con los sindicatos para acordar los servicios mínimos de la huelga. “Ayer hubo aproximaciones con los sindicatos y yo espero que en el día de hoy se pueda sustanciar un acuerdo de servicios mínimos”, ha asegurado el ministros en los pasillos del Congreso.
Entre los objetivos de este paro está que “se compatibilice el interés general con el derecho de huelga”, algo que parece que no está siendo un problema en las negociaciones.
A pesar de este optimismo, el ministro ha pedido tranquilidad a la espera de conocerse públicamente este acuerdo poniéndose así de relevancia la discreción que, tal y como desveló ayer EL BOLETIN, ambas partes quieren. “A lo largo del día de hoy se conocerá algo, pero no se puede decir mucho ya que los sindicatos no quieren que se desvele por el momento nada”, han asegurado fuentes cercanas a la negociación a este diario. Y es que, los representantes sindicales trabajan para mostrar como éxito este pacto para que la convocatoria de huelga general se mantenga ‘viva’ entre los trabajadores y no vea disminuido su seguimiento.
