La Comunidad valenciana es una de las autonomías españolas que más tarda en pagar sus facturas a las farmacéuticas españolas, según ha denunciado el presidente de Zeltia, José María Fernández Sousa. La Generalitat que presidente el popular Francisco Camps sobrepasa con creces la ya abultada media de 450 días que las fabricantes de medicamentos tardan en cobrar sus suministros a la Administración española.
La región del levante tiene el dudoso honor de estar en los puestos más altos de los rankings de autonomías con facturas procedentes de farmacéuticas sin pagar en sus cajones. Hasta 600 días, según aseguró el presidente de Zeltia, llegan a esperar las empresas de este sector para ver saldada la deuda que con ellos mantiene la Comunidad valenciana. Una situación que choca con los constantes elogios que a sí mismo se lanza Camps respecto a la situación económica de esta autonomía y de la gestión que ha llevado a cabo desde que se alzó en la Presidencia de la Generalitat.
Y es que, mientras que en otras regiones la espera media es de 450 días, en Valencia hay que esperar hasta cinco meses más para cobrar. De ahí que hace unas semanas, a las puertas de la campaña electoral del pasado 22 de mayo, empresas proveedoras de la sanidad pública de esta región se reunieran en una plataforma y amenazaran a Camps con cortar el suministro ante los “miles de millones de euros” que esta administración les debe. Este sector ha denunciado que tienen una deuda acumulada en los años 2009 y 2010 que asciende a 1.300 millones de euros, aunque aseguran que algunas empresas cuentan con facturas de 2004.
A la espera de que la semana que viene se configure las Cortes valencianas y, por lo tanto, el nuevo Gobierno de Camps, estos proveedores han recordado sus amenazas ante la falta de una respuesta global a sus problemas.
Andalucía y Cantabria. Junto a la región presidida por el líder del PP valenciano, el presidente de Zeltia, José María Fernández Sousa, ha señalado que Andalucía y Cantabria están en una situación similar. Desde el comienzo de la crisis, estas regiones han retrasado cada vez más el pago de los fármacos que consumen sus sistemas de salud pública, lo que dificulta los planes de expansión de las ‘farmas’ españolas.
El director general de Pharmamar, una de las filiales del grupo biomédico de Zeltia, ha apuntado también que esta tardanza en los pagos perjudica seriamente a esta industria que necesita flujos de caja para poder afrontar sus fuertes inversiones en I+D dado el precio actual del dinero. Así, en 7º Foro MedCap, ha responsabilizado a administraciones como la Generalitat valenciana de poner a las biomédicas españolas en desventaja frente a sus competidoras europeas e internacionales
