La responsable de la campaña electoral del PSOE, Elena Valenciano, ha admitido que la división que se ha desatado en las filas del partido por la propuesta de José Luis Rodríguez Zapatero de reformar la Constitución para incluir una ley de techo de gasto es “relativamente grave”. Destacados dirigentes socialistas como el lehendakari Patxi López o el ex ministro Josep Borrell y el diputado Antonio Gutiérrez han criticado con dureza esta medida.
El último anuncio del presidente del Gobierno ha desatado la polémica en las filas del PSOE. Su decisión de seguir el dictamen de Angela Merkel y anunciar su intención de incluir en la Carta Magna un límite de déficit público ha levantado en ‘armas’ a los socialistas. Las duras críticas lanzadas ayer por Patxi López o las amenazas de varios diputados en el Congreso, como Antonio Gutiérrez, de saltarse la disciplina de voto y oponerse a esta iniciativa han provocado que Elena Valenciano llame a la calma.
En una entrevista en RNE, la número dos de Alfredo Pérez Rubalcaba ha tratado de restar importancia a estas discrepancias internas, aunque ha admitido la “gravedad” del asunto.
“Que salgan discrepantes con esta cuestión es relativamente grave en la medida en que es comprensible que haya un debate sobre esto y el PSOE es un partido que debate y además debate abiertamente”, ha asegurado. A pesar de esto, ha reconocido que “la gente tiene una cierta dificultad para comprenderla, incluso para compartirla”, una posición que Valenciano espera que no sea obstáculo para que, “cuando esté acordado, lo compartan».
A este respecto, la responsable de la campaña electoral ha tenido una mención especial hacia Gutiérrez y su anuncio de no apoyar esta iniciativa en su paso por el Congreso. Valenciano ha recordado que “no es la primera vez que” el ex secretario general de CCOO “discrepa de algunas de las medidas duras que ha habido que adoptar estos años”.
De la unión a la división.
Así se podría resumir la ‘era Zapatero’ en el PSOE. Desde que José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido secretario general del partido en el XXXV Congreso Federal de junio de 2000, tras la dimisión de Joaquín Almunia, se ha esforzado por unir a todas las ‘familias’ del PSOE en un mismo proyecto. Una labor que no era fácil, ya que con su ‘Nueva Vía’ se enfrentó por el liderazgo del partido con pesos pesados como José Bono, Matilde Fernández o Rosa Díez, pero que logró.
Varios han sido los dirigentes del PSOE, incluido en propio Bono, que han ensalzado los esfuerzos de Zapatero por cerrar heridas y han admitido que la división ha quedado atrás. Una ruptura que parece haber recuperado el propio presidente del Gobierno con su última propuesta: la reforma de la Constitución.
A menos de tres meses para unas elecciones generales que pueden desbancar al PSOE de La Moncloa y dar de nuevo el poder al PP, las filas socialistas se encuentran más divididas que nunca, incluso, amenazan con una rebelión en el Congreso. Una situación que tendrá que solucionar el nuevo ‘líder’ del PSOE: Alfredo Pérez Rubalcaba.
