Los últimos recortes sociales que ha llevado a cabo el presidente de la Generalitat, Artur Mas, parecen no ser suficientes para reducir el déficit público de la región. Por ello, el Gobierno catalán ha anunciado, sólo dos días después de salir victorioso en la región tras los comicios generales, que rebajará las retribuciones de los funcionarios en 2012. También subirá las tarifas de servicios públicos como el agua y el transporte.
Artur Mas ha anunciado, tras la reunión que ha celebrado hoy el Gobierno catalán, que aprobará en enero un paquete de medidas recaudatorias que constituirán la base de los Presupuestos, unas iniciativas entre las que se contempla la rebaja salarial de los funcionarios, que el presidente de la Generalitat ha calificado como un “sacrificio” que deben hacer los empleados públicos al tener un trabajo vitalicio. Un recorte que, junto a los ya aprobados por CiU desde que llegó al poder, como el ‘tijeretazo’ del 10% aplicado al gasto presupuestario, está legitimado por las urnas.
No obstante, no es la única medida prevista para ajustar la economía catalana el año que viene, puesto que a la subida de la tarifa del agua y del transporte público se unirá la de las tasas universitarias. Además, el presidente catalán ha asegurado que su equipo está estudiando implantar fórmulas de ‘copago’, por ejemplo en las recetas, para evitar abusos de los usuarios de la sanidad pública. Todo ello le permitirá ahorrar mil millones de euros.
Junto a estas medidas, el presidente de la Generalitat también ha anunciado una subida del impuesto sobre la gasolina y un plan de desinversiones en edificios y empresas públicas, que arrancará a finales de este año, ya que Mas trata de cerrar la venta de tres lotes de inmuebles. También están pendientes las privatizaciones de la compañía Aigües Ter-Llobregat y Tabasa, de infraestructuras.
